Page 56 - Egipto TOMO 2
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RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
hasta tal punto se hallan amenazadas por la inundación,
occidental, y
que llegó á acariciarse la idea de levantar otro edificio en Gizeh á la
orilla izquierda del Nilo. Motivo había para ello, pues los disgustos
producidos por la extraordinaria crecida de 1878, obligaron al go-
bierno á tomar grandes precauciones, hasta el punto de que los
objetos que en el mismo se conservan fueron embalados y deposi-
tados en diferentes almacenes. Pasado el peligro y al cabo de
algunos meses reinstaláronse en sus correspondientes sitios en el
palacio de Boulaq, sin que, hoy por hoy, se piense en trasladar á otro
punto el Museo que ha sido clasificado bajo un nuevo plan, y abierto
extranjeio.
otra vez á la curiosidad del público indígena y
De nada serviría que condujéramos al lector de una á otra sala,
de uno á otro objeto, de esta á aquella vitrina, poniendo ante sus
ojos la muchedumbre inmensa de tesoros que aquí se conservan.
Mariette ha facilitado al curioso la tarea de reconocer por sí mismo
las piezas más importantes de la colección , llamando sobre ellas la
ESTATUA DE MADERA HALLADA
EN SAKKARAH guiando
atención del público, por la manera como las ha expuesto, y
por la mano, si así podemos decirlo, al visitante por medio del catálogo completo y razonado
que se ha tomado el trabajo de redactar, con el elevado propósito de guiar é instruir á los pro-
fanos. De algún tiempo á esta parte hanse juntado á
los europeos que recorren las salas no pocos árabes,
v hasta veladas moradoras del harem , oyéndose de
sus labios con tal motivo peregrinas observaciones,
provenientes de que estas obras, debidas á los paga-
nos, no les satisfacen en manera alguna, y más bien
que la admiración excitan su desprecio. El aficionado
occidental que antes de haber puesto su planta en el
suelo de Egipto, propende á juzgarlo todo inferior á
á
lo que en las artes plásticas ofrece la Grecia, y
considerar la escultura egipcia como un arte bár-
baro amanerado y desprovisto de libertad , cambia
,
completamente de opinión en cuanto contempla con
la atención debida los monumentos aquí reunidos;
pero no puede en rigor hacérsele un cargo de que
hava tardado tanto en rendir justicia á los estatua-
rios contemporáneos de los Faraones, porque la
LOS CONSORTES DE MEIDOUM
verdad es que no existe museo europeo alguno que
proporcione la ocasión, que aquí se impone inmediatamente, de examinar, apreciar y comparar
las mejores producciones del arte, en todas las épocas de la historia. En presencia de esta