Page 358 - Orgullo y prejuicio
P. 358

¡Todo lo apetecible! ¡Tres  hijas casadas! ¡Diez mil libras al año! ¡Madre

                mía! ¿Qué va a ser de mí? ¡Voy a enloquecer!
                     Esto bastaba para demostrar que su aprobación era indudable. Elizabeth,
                encantada de que aquellas efusiones no hubiesen sido oídas más que por

                ella, se fue en seguida. Pero no hacía tres minutos que estaba en su cuarto,
                cuando entró su madre.

                     ––¡Hija  de  mi  corazón!  ––exclamó  .  No  puedo  pensar  en  otra  cosa.
                ¡Diez  mil  libras  anuales  y  puede  que  más!  ¡Vale  tanto  como  un  lord!  Y

                licencia  especial,  porque  debéis  tener  que  casaros  con  licencia  especial.
                Prenda  mía,  dime  qué  plato  le  gusta  más  a  Darcy  para  que  pueda

                preparárselo para mañana.
                     Mal presagio era esto de lo que iba a ser la conducta de la señora Bennet
                con el caballero en cuestión, y Elizabeth comprendió que a pesar de poseer

                el ardiente amor de Darcy y el consentimiento de toda su familia, todavía le
                faltaba  algo.  Pero  la  mañana  siguiente  transcurrió  mejor  de  lo  que  había

                creído, porque, felizmente, su futuro yerno le infundía a la señora Bennet tal
                pavor, que no se atrevía a hablarle más que cuando podía dedicarle alguna

                atención o asentir a lo que él decía.
                     Elizabeth  tuvo  la  satisfacción  de  ver  que  su  padre  se  esforzaba  en

                intimar con él, y le aseguró, para colmo, que cada día le gustaba más.
   353   354   355   356   357   358   359   360   361   362   363