Page 33 - Cómo no escribir una novela
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importara mi opinión.
—Te dije que te compraría una lavadora secadora después de pagar el
préstamo de mis estudios.
—¿Te crees que ése es el problema, Jack? ¿No tienes nada más que
decirme? —dijo Synthia, y se apartó de él.
(Diez páginas después, tras una escena en la oficina de Relaciones Laborales de la
nueva empresa donde trabaja Jack y otra noche de parranda con sus amigotes de la
ergonomía:)
—¡Hola, cariño! Esos tipos son una pasada. Y aún tienes que oír lo mejor —
dijo Jack, llegando tarde a la lavandería.
Synthia lo ignoró y continuó plegando la ropa.
—Bueno —suspiró Jack—. ¿Y qué pasa ahora?
—Nada, pero tendrías que haberme advertido de que te quedarías
trabajando hasta tarde, o haberme invitado a ir contigo y esa panda de
nuevos amigos tuyos tan simpáticos.
—Es por lo de la lavadora secadora, ¿no es verdad? Ya sabes que ahora
voy mal de dinero.
—Oh, Jack… —dijo Syinthia, y se puso a llorar.
NUNCA escribas dos escenas que cuenten lo mismo. Nadie quiere, bajo ningún
concepto, tener que leer una serie de escenas en las que el héroe va a varias entrevistas
de trabajo y nunca consigue el puesto, ni una sucesión de citas fallidas para ilustrar que
ese personaje, decididamente tiene mala suerte en el amor.
QUÉ NOCHE LA DE ANOCHE
Los personajes mantienen una larga conversación para describirse el uno al otro todas
las cosas que han hecho en la última escena. Incluso si en esa escena acaban de matar a
Godzilla segundos antes de que destruyera la central atómica, esta segunda escena sigue
siendo la misma, por más que la contemos de otra forma.
VAMOS A LA LAVANDERÍA A HABLAR DE ELLO
Los personajes empiezan hablando en casa, y luego van a la lavandería para seguir