Page 35 - Cómo no escribir una novela
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comunismo, que amenazó con poner fin a las novelas de espías, junto con
el complejo industrial militar, porque ya no tenían raison d’être. Por
suerte, los escritores del género, como el Pentágono, no tardaron en
encontrar a nuevos malvados.
El segundo cambio trajo mayores dificultades. Con la introducción del
teléfono móvil docenas de situaciones habituales en escritores de novelitas
de quiosco a céntimo la palabra de repente quedaron obsoletas.
¿Que el protagonista tiene un enfrentamiento con el asesino en un
almacén abandonado de Brooklyn? Tranquilos, saca el móvil y llama a la
policía. ¿Que un monstruo lo ha acorralado en una choza de los
Apalaches? Bien, ¿operará su compañía ahí?
La terrible verdad es que incluso si la situación crítica sucede en el
Himalaya, el lector actual tenderá a pensar: «¡Vaya!, ¿no tiene cobertura?»
Y no le faltará razón.
Los escritores de principios y mediados de los noventa recurrían a
métodos primitivos: el personaje se dejaba el teléfono o se quedaba sin
batería cada dos por tres. Pero llegó un día en que los lectores, los
escritores y los teléfonos se hicieron más sofisticados. A continuación
algunos trucos habituales ordenados por categorías.
Olvidarse el teléfono
Dentro del arsenal de soluciones verosímiles, ésta viene a ser el hacha de
piedra. Sin embargo, un hacha de piedra es útil en ocasiones, y olvidarse
el teléfono a veces es plausible. Por ejemplo, el protagonista se ve
rodeado por un fuego o está a punto de que se lo trague una inundación, y
huye corriendo a las cuatro de la mañana. En estos casos, dar muchas
explicaciones muy complejas o describir una excusa muy elaborada hace
que la cosa sea menos creíble. La clave es que el personaje tenga que salir
de casa deprisa y corriendo mucho antes de que necesite el móvil.
Perder el teléfono
¿Ha estado tu personaje suspendido de un helicóptero? Si lo más cerca que
ha estado de esta escena ha sido de camino al trabajo en tren o en autobús,
tus lectores no se lo tragarán.
Uno de los malos nos rompe el teléfono
Como este hecho es muy propio de un malo es un truco muy viable y muy