Page 36 - Cómo no escribir una novela
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parecido al tradicional: «¡Jim, han cortado la línea del teléfono!» No
obstante, ten en cuenta que un móvil no tiene cables y que para dejarlo sin
línea se requiere algo más elaborado.
El típico tiburón que se traga el móvil
Si el antagonista de tu personaje es un tiburón, conviene hilar muy fino.
Obsérvese lo mucho que se parece el hecho de que un tiburón pase
casualmente por tu escena a «Señorita, es que un tiburón se me comió los
deberes». Esto es aplicable a los osos, los zombis o los monstruos de los
pantanos aficionados a la electrónica.
Quedarse sin batería o sin señal
La manera más fácil de cortar por lo sano para el autor, la más segura de
que el libro fracase.
Secuestro tecnológico por una posesión demoníaca, un hacker
adolescente o un ordenador Hal a lo 2001: Una odisea del espacio
Es una solución genial si el género lo permite, de lo contrario, evítalo.
Un carácter peculiar
Un personaje puede rechazar tener móvil porque defiende unas
estrafalarias teorías acerca de los riesgos de desarrollar un cáncer si uno
se lo lleva mucho al oído, pero esto sólo funciona cuando ese personaje
vive una aventura —tráfico de drogas y medicamentos, exposiciones a
radiaciones— que le puede llevar a creerse teorías de ese tipo. No
permitas que tu heroína, una agente de estrellas de Hollywood, odie a
muerte esos cachivaches.
Situar la trama en el pasado
Ideal. Sin embargo, cuando la acción transcurre a principios del siglo XX
la precaución aconseja que el personaje haga una llamada al principio de
la novela («—Operadora, póngame con Butterfield 8 —dijo él, con el
primitivo aparato apoyado en la cara.») para poner en antecedentes a los
jóvenes lectores, que pueden tener la vaga impresión de que los teléfonos
móviles son un invento de Galileo.