Page 30 - Cómo no escribir una novela
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En ocasiones un autor se enreda en dar explicaciones sobre las razones por las que un
personaje no hace las cosas que debería hacer. Este proceder tiene unos riesgos muy
evidentes: para describir todas las acciones humanas posibles haría falta escribir una
novela de varios millones de páginas, y eso sólo para relatar que Joe se levanta de la
cama por la mañana. Por lo general es mucho mejor coger las tijeras de podar y
concentrarse en lo que el personaje realmente hace.
El tumor benigno
Cuando un hecho aparentemente
importante no lo es
Cándida no podía evitar pensar que su enfermedad también había sido una
bendición. Después de que se la diagnosticaran, su novio se había mostrado
tal como era.
Y, ni que decir tiene, nunca habría conocido al doctor Albicans. La
cuestión que ahora se le planteaba a Cándida era si debía dejar que el
doctor le hiciera esa operación experimental tan arriesgada que él le quería
hacer. Buscó en su bolso un cigarrillo, y en vez de eso encontró el folleto
que aquella dulce muchacha le había dado en la sala de espera. UNA CURA
NATURAL PARA SU ENFERMEDAD.
Quizás había llegado el momento de tomarse eso un poco más en serio.
Cándida fue a su mesa y encendió el ordenador, y pronto se encontró
explorando todo un nuevo mundo.
(En las siguientes cincuenta páginas Cándida sopesa los tratamientos de la medicina
alternativa y conoce a un montón de gente que practica esas terapias y se las
recomiendan, uno detrás de otro.)
De vuelta en casa, miró el folleto extendido sobre la encimera una vez
más antes de tirarlo a la basura.
—No —dijo moviendo la cabeza reflexivamente—. La medicina natural
no es para mí.
El tumor benigno es una escena, capítulo o pasaje de una novela que puede extirparse