Page 16 - COLOMBIA:
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El crimen produjo en todo el país un
espontáneo levantamiento hecho de
frustración y de desesperanza, pero
incapaz de grandes propósitos y aun
de trazarse nobles tareas inmediatas.
Entre incendios y rapiña y estragos, el
pueblo comprendió que una vez más
sus esperanzas habían muerto, y tal
vez comprendió también que el poder
imperante jamás permitiría una
transformación de la sociedad por las
vías democráticas y pacíficas que
Gaitán había escogido.
Pero allí comenzó también la segunda
fase de esa poderosa
contrarrevolución, porque advertidos
del peligro de un movimiento popular,
los partidos políticos tradicionales se
lanzaron a la reconquista de sus
huestes y se esforzaron por
contrarrestar los efectos del discurso
de Gaitán. Para ello radicalizaron su
lenguaje partidista, magnificaron una
maraña de diferencias retóricas entre
los dos partidos, y utilizando todos los
recursos y todos los medios de
influencia, fanatizaron a la ingenua
población campesina.
Tal vez no se proponían desatar una
oleada de violencia, pero el modo
criminal e irresponsable como
atizaron las hogueras del odio para
ganar la fidelidad de sus prosélitos
condena para siempre a los jefes de
ambos partidos que precipitaron a
Colombia en la más siniestra época
de su historia. Gentes humildes que
se habían conocido toda la vida, que
se habían criado juntas, se vieron de
pronto conminadas a responder a viejos odios insepultos, y sin saber
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