Page 185 - Fantasmas
P. 185

na  puerta  se  abrió  de golpe. Sus piernas  y rodillas  se
              deslizaban  sobre  un  suelo  de linóleo.  No podía ver
    gran cosa  y un haz de tenue  luz gris que revoloteaba  pasaba so-
    bre él. Se abrió  otra  puerta  y alguien lo arrastró  escaleras  aba-
    jo. Sus rodillas  chocaban  con  cada peldaño.
          Al dijo:
          —Puto  brazo.  Debería  cortarte  el cuello  ahora  mismo,
    después  de lo que me  has hecho.
          Finney consideró  la posibilidad  de ofrecer  resistencia.
    Eran pensamientos  distantes,  abstractos.  Escuchó  descorrerse
    un  cerrojo y cruzó  una  última puerta hasta aterrizar  de un  em-
    pujón, tras  pisar un  suelo  de cemento,  en un  colchón.  El mun-
    do parecía  dar vueltas  a su  alrededor  y sentía  náuseas.  Se ten-
    dió de espaldas y esperó  a que se  le pasara  el mareo.
          Al se  sentó  junto a él, jadeando por el esfuerzo.
          —Joder,  estoy lleno  de sangre,  como  si hubiera  matado  a
    alguien.  Mira  mi brazo  —dijo.  Después  rio secamente  y con
    incredulidad—.  Qué tontería.  Si no  puedes ver  nada.
         Ninguno  de los dos habló y un  silencio  desagradable  lle-
    nó la habitación.  Finney  temblaba,  llevaba  haciéndolo  desde
    que recuperó  la consciencia.




                                  183
   180   181   182   183   184   185   186   187   188   189   190