Page 34 - historia de españa
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exceptuando el Consejo de Castilla que se convirtió en el gran órgano asesor del rey. Se crearon las
Secretarías de Despacho (Estado, Guerra, Marina, Hacienda, Justicia e Indias), antecedentes de los
ministerios. En 1787 se establece la Junta Suprema de Estado, antecedente del Consejo de
Ministros.
3.- Reformas del sistema de Hacienda. Uno de los objetivos marcados en este periodo fue el
saneamiento de la Hacienda Real, durante el reinado de Felipe V y como consecuencia de los
decretos de Nueva Planta se obligó a contribuir a los territorios de la Corona de Aragón. Para ello
se estableció para cada reino una cantidad equivalente a la que se pagaba en Castilla y cada
territorio tenia libertad para elegir el sistema de recaudación que quisiera con tal de reunir la
cantidad asignada. Posteriormente el marqués de la Ensenada, ministro de Fernando VI, elaboró
un proyecto que consistía en sustituir la diversidad de impuestos por una única contribución. Para
establecer la cuantía correspondiente a cada súbdito era necesario previamente efectuar un
recuento detallado de los habitantes de Castilla y de sus propiedades (Catastro de Ensenada) pero
las protestas y reclamaciones, especialmente de los estamentos privilegiados, frustraron el
proyecto.
En 1759 Carlos III accede al trono español, tras producirse el fallecimiento de su
hermanastro, Fernando VI. El nuevo monarca era hijo de Felipe V y había reinado ya durante un
cuarto de siglo en Nápoles, donde adquirió una experiencia de gobierno que le permitió tener muy
claros sus objetivos, en el sentido de incrementar el peso de una Monarquía reformista e ilustrada
frente al interés de gran parte de la nobleza y el clero en mantener la sociedad del Antiguo
Régimen.
Carlos III ascendió a políticos de la baja nobleza como Campomanes y Floridablanca. Los
nuevos ministros querían poner en marcha un programa de reformas que modernizase el país. El
impulso de las políticas reformistas fue un medio para afrontar las necesidades derivadas del
aumento de la población, ya que durante el siglo XVIII se registró un continuo crecimiento
demográfico.
El siglo XVII, hasta 1680 fue un periodo de disminución de la población, a partir de dicha
fecha se inició una fase de expansión demográfica que se mantuvo a lo largo del todo el siglo XVIII,
pasando la población de siete millones y medio de habitantes a principios de siglo a los diez
millones y medio registrados en el censo de 1797.
Las causas de este incremento fueron el aumento de la natalidad y disminución de la