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Especial: Marco Martos Carrera
Era evidente que teníamos como profesor a un
... era un poeta que sabía notable poeta, con un magistral manejo del fraseo
y de la gradación de las imágenes, es decir, del rit-
expresar con palabras cotidianas mo interior. Era un poeta que sabía expresar con
palabras cotidianas experiencias profundas y a la
experiencias profundas y a la vez comunes, que podíamos fácilmente compar-
tir y con las cuales sentirnos identificados (¿quién
vez comunes, que podíamos no se ha enamorado alguna vez y sentido que el
corazón se descompone?).
fácilmente compartir y con las Coincidíamos muchas veces en conversa-
cuales sentirnos identificados [...] ciones fuera de San Marcos entre cervezas con
Toño Cisneros o éramos, como estudiantes,
invitados a algunas de las fiestas que hacía
Como poeta circulaba con éxito su poema en su casa de la urbanización La Capullana,
«Naranjita», uno de los antologados por Esco- muy cerca de las moradas de Alfonso Barran-
bar, que venía de su libro Donde no se ama (1974): tes Lingán y Alberto Flores Galindo, y a unas
«Mientras algo se va ajando, / una voz cascada cuantas manzanas de la casa de Antonio Cor-
/ recuerda los mejores años, / los paseos en bote nejo Polar, en el Óvalo de Higuereta.
en la laguna de la Cabaña». Ese fraseo familiar, A este lujo de profesorado se sumaban los
sencillo, con referencia a la realidad urbana a nombres de Wáshington Delgado, Carlos Ger-
través de imágenes que evocaban una experien- mán Belli, Raúl Bueno, Paco Bendezú, José Ig-
cia visual, estaba al mismo tiempo asentado en nacio López Soria, Desiderio Blanco, Tomás
la mejor tradición del verso español, de ritmos Escajadillo, Edgardo Rivera Martínez, Carmen
pausados en este caso, pero también con mar- Luz Bejarano, Esther Castañeda, Hildebrando
cas explícitas de un entusiasmo político en esos Pérez Grande, José Morales Saravia, Antonio
años muy presente: «Mira cómo baila el gordo González Montes, Luis Fernando Vidal, Vicen-
Manuel, / mira cómo quema el gordo Oswaldo, te Azar (pseudónimo poético de José Alvarado
/ mira cómo quema mis pobres poemas; / no te Sánchez), Eduardo Hopkins, Manuel Velázquez
duermas, naranjita, no te duermas, / mírala qué Rojas y otros más. Tampoco olvidemos los se-
linda viene mírala qué linda va/ la revolu- minarios cortos que Cornejo Polar organizaba,
ción cubana que no da un paso atrás, / y si pasas trayendo a figuras de la talla de Ángel Rama,
por palacio y si ves al cardenal, / me le dices que Antonio Cándido y Nelson Osorio.
hoy no ponga bomba, / porque si lo cogemo, lo
vamo a fusilá [...]». Aparte de su poesía, que ya llega a la impre-
sionante suma de más de veinte libros, Marco
Hasta se puede ver un intento de imitar la Martos también ha contribuido mucho al cono-
oralidad popular para representar voces prota- cimiento de nuestra literatura con sus estudios
gonistas del proceso histórico revolucionario. sobre César Vallejo, convirtiéndose en uno de
Marco, sin embargo, es un poeta eminentemente los críticos más reconocidos de la obra del gi-
lírico. Publicó en 1979 Carpe diem, que contiene gante de Santiago de Chuco. Por añadidura, 19
este poema que sacudió a todos los que seguía- durante sus dos presidencias de la Academia
mos sus clases: Peruana de la Lengua, ha forjado una línea ins-
Correspondencias titucional y creado una nutrida red de investi-
gadores a través de congresos y publicaciones
Mientras el cuerpo se descompone, de apreciable intensidad.
se mantiene, pero se descompone,
el corazón, que es el centro donde la vida falla, Coincidíamos muchas veces
el corazón, esa bombita hermosa, se descompone,
y mientras se descompone el corazón, en conversaciones fuera
por instinto simple de supervivencia
se va tornando piedra y no se descompone. de San Marcos entre cervezas con
De este modo, entre las muchas piedras que guardo Toño Cisneros o éramos, como
y que recogí con Rocío en la playa,
la más piedra de todas es la que se descompone, estudiantes, invitados a algunas de
la que llevo a todas partes mientras viva las fiestas que hacía en su casa de
Y que tal vez me fue dada por mis padres
cuando tuvieron a bien quererse. la urbanización La Capullana [...]
y se descompone y no se descompone.