Page 71 - Encuentra tu persona vitamina
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Entender el apego es clave para comprender los mecanismos psicológicos
que hay detrás de la manera de relacionarnos con otras personas, de elegir
pareja o de interactuar con nuestros hijos.
El ser humano por definición juzga cuando le consultan. Resulta muy
complicado mantenerse al margen o en una postura neutral si alguien solicita
ayuda. Cada uno tenemos nuestro sistema de creencias [2] y las historias que
nos relatan pueden remover nuestro mundo. En mi caso, cuando un padre o
una madre me consulta algún tema de sus hijos no juzgo, porque parto como
premisa de que siempre han intentado lo mejor para ellos. Donald Winnicot
habla de «padres suficientemente buenos», es decir, que hacen lo mejor que
pueden con lo que saben, sienten y tienen. Es difícil encontrarse con un
progenitor que, de manera voluntaria, quiera destruir emocionalmente a su
hijo. La mayor parte de las veces detrás de ese padre que ha resultado ser
tóxico o maltratador hay una personalidad enferma, inmadura, herida o
sencillamente incapaz de transmitir afecto de forma sana. Lo mismo les digo a
los pacientes cuando me hablan de una relación nociva o complicada con sus
padres. Muchas veces esos progenitores no supieron hacer las cosas de otra
manera.
EL NIÑO QUE FUIMOS
Como te decía, todos nosotros, como adultos, llevamos dentro el niño que
fuimos. Tú, yo, cada persona, somos el resultado de las circunstancias
vividas y, sobre todo, de cómo hemos sido capaces de adaptarnos a aquello
que nos iba sucediendo. Esa constante adaptación desde el mismo momento
del parto define progresivamente quiénes somos. Nuestra identidad se fragua
esencialmente en la infancia.
¿Cómo te marcaron de pequeño los conflictos?, ¿cómo era la relación entre
tus padres?, ¿tu historia en el colegio?, ¿la relación con tus hermanos?, ¿las
primeras nociones de la muerte?, ¿te sentías querido y comprendido por tu