Page 75 - Encuentra tu persona vitamina
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su mente activarán el estado de alerta; es decir, tendrán la señal de peligro y
amenaza encendida durante mucho tiempo.
El apego proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen
desarrollo de la personalidad.
Harry Harlow, psicólogo estadounidense, decidió estudiar la teoría del
apego propuesta por Bowlby. Realizó un polémico trabajo con monos rhesus
que hoy en día no sería posible por la falta de ética del proceso. El estudio se
basaba en separar a las crías de sus madres. Metió a los monitos en jaulas
donde introdujo dos elementos: por un lado, una estructura con un alambre
y un biberón adjunto; por el otro, un muñeco de felpa suave pero sin biberón.
Harlow buscaba entender cuál sería el comportamiento de las crías ante la
privación materna al tener estas dos opciones: contacto físico similar a la
madre o alimentación.
Siempre me ha maravillado el resultado de esta investigación. Las crías se
acercaban al muñeco de felpa, y solamente se separaban hacia el alambre-
biberón para alimentarse, pero luego volvían a la felpa. Esto demostró que, a
pesar de lo que uno pueda imaginar, las crías buscan de forma más continuada
el contacto con su madre —o con lo que puede ser su madre— que incluso la
alimentación. Ese contacto con la madre-felpa era un apoyo de seguridad; las
crías se abrazaban a ella cuando tenían miedo o cuando se producía algún
cambio en la jaula. Cuando se les retiraba la madre-felpa, las crías
sollozaban y gritaban buscando reencontrarse con el trozo de felpa.
Harlow avanzó en su estudio. Realizó más experimentos, imposibles en la
actualidad por la crudeza y el maltrato animal que suponían. Enjauló durante
semanas, meses o incluso hasta un año a otros macacos a los que solo
satisfizo sus necesidades primarias —comida y bebida— pero no las
afectivas —nada de felpas ni figuras de apego—. A las pocas semanas,
algunos de los pobres macacos empezaron a desarrollar cuadros de
pasividad, indiferencia y catatonía irrecuperables. Otros dejaron de