Page 80 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
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     Si para poder con todo tienes ansiedad, igual es que no
                      puedes con todo.
                  Creo  que  no  conozco  a  ningún  ser  humano  funcional  que  no  esté
               estresado.  Hemos  normalizado  niveles  de  trabajo  y  exigencias  que  no
               son sanos para nadie. Todo esto tiene un efecto en nuestra salud mental
               del que tal vez no seamos conscientes y, si encima somos padres, las
               obligaciones y el estrés se multiplican.
                  De la forma en la que funciona el mundo no es que individualmente
               podamos  hacer  mucho  por  cambiar  las  cosas,  pero  sí  que  podemos
               reflexionar sobre las que realmente necesitamos en nuestra vida y lo que
               queremos dar de nosotros a las personas que queremos.
                  Hugo no se está dando cuenta de que tanta presión y estrés tal vez no
               están afectando a su rendimiento en el trabajo, pero sí a su rendimiento
               como persona cuando llega a casa. Si le preguntáramos a Adela y a sus
               hijos, seguramente nos dirían que lo que quieren es ver a Hugo feliz y
               con ganas de pasar tiempo con ellos.
                  Obviamente  la  vida  no  son  unicornios  y  arcoíris  y  hay  que  trabajar
               para  subsistir,  pero  vendría  genial  ayudar  a  Hugo  a  encontrar  un
               equilibrio trabajo/vida para que pudiera disfrutar más de lo que realmente
               importa y no tomarse tan en serio las dificultades del día a día. También
               podría venirle bien que le enseñáramos a relajarse, a organizarse mejor
               y a poner límites para no cargar con tantas responsabilidades.
               Creencias rígidas de necesidad de orden y silencio





