Page 94 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
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da  la  gana?  Pues  Samuel  es  un  experto  en  predecir  desgracias  y
               creérselas; de hecho, si viviera en la selva huyendo de depredadores,

               seguramente sería el primero en sobrevivir… Pero Samuel es mecánico

               de coches y muchas de las desgracias que imagina que pueden ocurrirle
               son poco o nada probables.





                      ¿Cómo puede ser que no adivines el futuro con la de tiempo

                      que pasas allí?





                  Si  a  esto  le  añadimos  que  pensar  en  esas  desgracias  mantiene  a

               Samuel en un estado de alerta desagradable e innecesario, queda claro

               que tenemos que salvar al pobre de su propia mente.
                  Vale que el cerebro nos quiera proteger y todo eso, pero ¿lo de crear

               pensamientos catastróficos de la nada y hacernos creer que nos pueden

               ocurrir no es un poco de «mal cerebro»? A veces me imagino al cerebro
               sentado,  comiendo  palomitas  y  riéndose  de  nosotros  mientras  nos  ve

               peleando  con  las  mierdas  que  nos  hace  imaginar.  Menos  mal  que  no

               quiere jodernos la vida…

                  Samuel  no  quiere  estar  siempre  preocupado,  pero  siente  que  no  lo
               puede  evitar.  Una  vez  entra  en  el  bucle  de  desgracias  no  sabe  cómo

               parar.





                      Hola, soy tu mente y te aseguro que el único poder que

                      tengo sobre ti es la atención que me das a todas horas.





                  A ninguno nos gusta tener pensamientos que nos hacen sentir mal, y
               es  normal  que,  si  los  pensamos,  nos  asustemos,  tratemos  de
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