Page 99 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
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Si tu miedo te pide que hagas algo y lo haces, adivina quién
se hace más fuerte.
A veces hacemos cosas pensando que nos estamos preparando para
algo o protegiendo de algo, pero no somos conscientes de que a la vez
estamos alimentando el miedo y haciéndolo más grande.
Cualquier acción motivada por un pensamiento lo alimenta y le da
poder. ¿Es malo tener planes de acción para prevenir desgracias? No es
que sea malo, es que, si las desgracias son poco probables, no resulta
útil y hace que sea más factible tener pensamientos de este tipo en el
futuro. Esa energía que ha gastado Samuel en prevenir problemas
imaginarios podría haberla invertido en algo más útil o que le hiciera
sentir mejor.
Estaría bien que Samuel considerara algunas posibilidades en el
futuro, pero siendo capaz de vivir una vida tranquila y relajada, teniendo
en cuenta que no tiene una bola de cristal y no puede saber lo que
pasará.
También podríamos hacerle ver que nunca ha estado preparado para
ciertas cosas que le han pasado en la vida y, sin embargo, ha sido capaz
de gestionarlas. Sería genial que viera que cuando no está controlando
todo ni pensando en el futuro también está a salvo y que pudiera ir poco
a poco dejando de hacer acciones para protegerse y vivir de una vez.
Aquí van algunas ideas para llevarte mejor con tus pensamientos:
Lee libros y ve películas en las que se trate los pensamientos como información que no es
la realidad.
Infórmate y lee en fuentes fiables sobre las posibilidades reales de que ocurran aquellas
cosas que te dan miedo.
Trata de tener un espacio de tiempo al día para relajarte y liberar tensiones, haciendo algo
que te gusta o alguna técnica de relajación. (Este punto está más desarrollado en el