Page 104 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
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AGUJERO NEGRO
La felicidad es como el agua caliente de la ducha. No te
enteras de cuando está, pero cómo jode cuando no está.
Diana tiene veinticuatro años, acaba de terminar la carrera y vive
con sus padres y su hermano pequeño. El último año, cuando hizo
las prácticas, se dio cuenta de que en realidad nunca le había
gustado su carrera y de que no quería pasarse su vida dedicándose
a ello. Desde que llegó a esta conclusión, Diana se pasa los días
tumbada en el sofá sin hacer nada y sin querer ver a nadie, dándole
vueltas al pasado y culpabilizándose por ello. Se siente apática,
desmotivada y triste. Lleva un año así y sus familiares están
desesperados y no saben cómo ayudarla. A ella le gustaría pasar
página, encontrar un nuevo rumbo para su vida y tener más ganas
de hacer cosas, pero siente que no puede, que su cerebro no le
deja.
Podemos estar tristes por putadas, desajustes hormonales,
pensamientos, etc. En mi experiencia, lo único que he visto que ayuda a
ser feliz es llevarnos lo mejor posible con nuestra tristeza cuando
aparece y con las sensaciones y pensamientos que nos provoca. Las