Page 105 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
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cosas malas ocurren y a veces lo único que podemos hacer es intentar
llevarlo lo mejor posible.
No todo es tu actitud, vivir en un contexto de mierda
también te afecta.
Me revienta cuando hay quien dice que todo es actitud y que las
personas están tristes por su culpa, sin tener en cuenta que hay
personas a las que han violado, han maltratado o tienen tres trabajos
para poder llegar a final de mes. Nadie está jodido aposta, siempre hay
un contexto y todas las personas del mundo nos merecemos que
nuestras emociones sean validadas y que no nos hagan sentir como una
mierda por ellas. Dicho esto, vamos a ver primero qué es la felicidad.
La felicidad es ese sentimiento tan perseguido por nosotros y que casi
siempre suele durar menos de lo que queremos. La felicidad, igual que
todo, depende de nuestras creencias y de la película que nos contamos,
pero también depende de nuestro contexto, de las guarradas que nos
hayan pasado y de nuestros genes. Tal vez la felicidad para ti sea comer
croquetas, pasar tiempo con tus seres queridos o conseguir llegar a final
de mes. La felicidad es un estado de bienestar subjetivo y cada uno lo
puede definir de distinta manera.
Tener nuestras necesidades básicas satisfechas está muy relacionado
con la felicidad que sentimos. Por ejemplo, es normal que estemos más
felices o satisfechos después de comer o dormir bien o sin dolores —y
es normal que nadie nos aguante si no es así—. También es normal que
las personas que tienen una casa donde vivir y comida para poder
subsistir sean más felices que las que no… Lógico, ¿verdad?