Page 32 - labalandra_nro1
P. 32

N U E V O S   N A R R A D O R E S

































                                                 JULIA RENDÓN


                                        OJOS DE PERRO





                    En los ojos de los perros se refleja el Universo. Todo lo que observan se queda
                 ahí plasmado. Cuando un perro te mira, te puedes ver a ti mismo y a los objetos a tu
                 alrededor desde otro ángulo.
                    Esa mujer tenía ojos de perro. Fijos, mirando a la cámara que la había enfocado,
                 sorprendida como si aquel aparato de luz fuera a robarle del vientre ese hijo que estaba
                 creciendo. Acerqué la foto para ver si la reconocía, me era imposible. Ignacio aparecía
                 detrás, sin saber que la foto estaba siendo tomada.

                    Reconocí el lugar. Era en la hacienda del padre de Ignacio. Cuando teníamos die-
                 cisiete, íbamos con los compañeros a quedarnos a dormir allá por lo menos uno o dos
                 fines de semana al mes. Cantábamos frente a la fogata, tomábamos Trópico Seco con
                 jugo de naranja y limón, y una vez que estábamos bien borrachos nos adentrábamos
                 en los bosques de la hacienda y dormíamos donde cayéramos. Lo que pasaba en los
                 bosques nunca se contaba al día siguiente, pero los colegios mixtos siempre traían
                 peligros y, aunque éramos pocos, alguna terminaba embarazada y a veces ni se sabía
                 de quién. Lo de Ignacio y yo duró, a pesar de que también estuve con Clemente, uno
                 de sus mejores amigos, y con Ale. Igual, el plan con Ignacio fue siempre casarnos, no
                 creo que por amor, si soy sincera no estaba ni estoy enamorada de él, pero en la vida
                 siempre hay que dar pasos y el siguiente que nos tocaba era ése.

                    Para cuando nos graduamos, su papá había ya vendido la hacienda. No se justi-
                 ficaba tener semejante terreno para que un par de chicos de secundaria saciaran sus
   27   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37