Page 249 - Hauser
P. 249
Historia social de la literatura y el arte
y de la historia de Francia a lo Walter Scott», y Lamartine lamenta
que la época de la poesía, es decir de la poesía «romántica», haya pa
sado ya '. La novela naturalista, que es la creación más original de
esta época y la conquista artística más importante del siglo, a pesar
del romanticismo de sus fundadores, a pesar del rousseaunianismo
de Stendhal y del melodramatismo de Balzac, es ante todo la expre
sión del espíritu nada romántico de la nueva generación. Tanto el ra
cionalismo económico como la ideología política expresada en los
términos de la lucha de clases incitan a la novela al estudio de la rea
lidad social y de los mecanismos psicológicos sociales. El objeto y el
punto de vista de la observación corresponden por completo a las in
tenciones de la burguesía, y el resultado, la novela naturalista, sirve
como una especie de libro de texto a esta clase ascendente y que
tiende al dominio pleno de la sociedad. Los escritores de la época
crean con ella el instrumento apto para el conocimiento de los hom
bres y para el manejo del mundo, y la conforman a las necesidades
y al gusto de un publico que odian y desprecian. Intentan satisfacer
a sus lectores burgueses, tanto si son partidarios de Saint-Simon y
Fourier como si no lo son, y creen en el arte social o en «el arte por
el arte» porque no hay un público lector proletario y, aunque lo hu
biera, su existencia no podría sino causarles dificultades.
Hasta el siglo XVflí los autores no eran otra cosa que porta
voces de su público 2; administraban los bienes intelectuales de sus
lectores, de igual modo que, como empleados y funcionarios, ad
ministraban sus bienes materiales. Ellos aceptaban y sancionaban
los principios morales y los crirerios estéticos reconocidos por to
dos; no los inventaban ni los modificaban. Escribían sus obras para
un público claramente definido y perfectamente delimitado, y no
pretendían en modo alguno adquirir nuevos clientes o ganar nue
vos lectores. No había, pues, tensión alguna entre el público real y
el ideal \ El escritor no conocía ni el problema torturante de tener
1 Henri G uillem in, Le Jocelyn de Lamartine, 1936, pág. 59-
2 Cf. para Ío que sigue Jean-Paul Sarrre, Qu’est-ce que la littérature?, en «Les Temps
Modernes», 1947, II, págs. 971 sigs. (Ed. cast., ¿Qué es literatura?) También en Situa-
tions. II, 1948; (ed. case., Situaciones).
* Ibid.\t pág. 976.
250