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Naturalismo e impresionismo








                    fuera de  ella puede  hablar  de  un artista  o  un  sabio  sin ponerle  en


                    ridículo  o  ponerse  él  mismo.  También para  Balzac  son  éstos  seres


                    extraños y exóticos, que le llenan de ingenuo asombro y le fuerzan



                    a una sonrisa más  o menos benévola. Junto a George Eliot él pare­


                    ce un autodidacta semiilustrado,  si  bien, como en  Un Chef-d’oeuvre


                    inconnu,  abre perspectivas  cuya profundidad y amplitud  están  más



                    allá de  todo  lo que  para George  Eliot  era alcanzable  como artista.


                    La fuerza de Balzac es  la  narración;  la de George  Eliot,  el análisis


                    de las  vivencias.  Ella conoce  por experiencia propia el  martirio de


                    luchar con problemas  espirituales,  y  sabe o presiente  las  tragedias



                    que  van  unidas  a  las  derrotas  del  espíritu,  pues  de  otro  modo  no


                    habría podido nunca crear una figura de la originalidad del doctor


                    Casaubonl57.  Alcanza, gracias a su intelectualismo, un  nuevo ideal



                    de vida y una nueva concepción de la  «vida fracasada», y enrique­


                    ce  con  un  nuevo  tipo  la  serie  de  aquellos manques a  los  que perte­


                    necen la mayoría de los héroes de  la novela moderna.


                               Pero el  intelectualismo de  George Eliot no es  la razón propia



                    y última de la psicologización de la novela social, sino sólo un sín­


                    toma del  proceso  que  hace  que  los  problemas  sociales  cedan  ante


                    los  psicológicos.  La  novela  psicológica  es  el  género  literario  de  la



                    intelectualidad  como  estrato  cultural  que  se  emancipa  de  la  bur­


                    guesía, del mismo modo que la novela social fue la norma literaria


                    del estrato cultural en conjunto solidario todavía con la burguesía.


                    En  Inglaterra,  los  intelectuales  aparecen  como  grupo  «que  oscila



                    libremente» 158 y está más allá de las clases159, como «mediador» 160


                    entre  las  clases  diversas,  sólo  al  comienzo  del  período  Victoriano


                    medio.  Hasta  ese  momento  no había allí  «intelectuales»  en  abso­



                    luto que se sintieran como clase social real y se rebelaran contra la


                    burguesía.  La  clase  ilustrada  sigue  unida  a  la  burguesía  mientras






                              '■7  F.  R. Lea vis,  The Great Tradition,  1948, pág.  61.

                              158  Alfred  Weber,  Die Not der geistigen Arbeiter,  en  «Schriften  des  Vereins  für So-

                   ziaipolirik»,  1920.

                              159  Georg  Lukács,  Moses  Hess and die Próbleme der idealistischen  Dialektik,  en  «Ar-


                   chiv  für  die  Geschichre  des  Sozialismus  und  die  A rbeicerbew egung»,  1926,  X Ií,

                   pág.  123.

                              l*°  Karl  M annheim, Ideoiogy and Utopy,  1936,  págs,  136 sígs.; Man and Society in

                   an Age of Reconstruction.  1940, págs.  79 sigs.






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