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Naturalismo e impresionismo
inofensivo, el dominio político de la burguesía se consolida. Es ver
dad que los problemas sociales no se resuelven, pero al menos se
alejan sus riesgos. La catástrofe de 1848 engendra en los estratos
progresistas fatiga y pasividad, y con ello pierde también la nove
la su carácter impaciente y agresivo. Thackeray, Troilope y George
Eliot no escriben ya «novelas sociales» en el mismo sentido que
Kingsley, Mistress Gaskell y Dickens. Bosquejan, desde luego,
grandes cuadros sociales, pero raramente exponen los problemas
sociales del día, y renuncian a la propaganda de una tesis política
social. En George Eliot, cuya mentalidad es particularmente carac
terística de la atmósfera espiritual de este período 15°, la realidad so
cial no está siempre en el primer plano de la exposición, si bien es,
lo mismo que en Jane Austen, el elemento vital en que se mueven
las figuras y se convierten mutuamente en destino unas de otras.
George Eliot describe continuamente la mutua dependencia de los
hombres entre sí, el campo magnético que crean a su alrededor y
cuyo efecto acrecen con cada acción y cada palabra151; ella muestra
que dentro de la sociedad moderna nadie puede llevar una existen
cia aislada y autónoma !52, y en este sentido son sus obras novelas
sociales. Pero el acento se ha desplazado entre tanto. La sociedad
aparece ya como una realidad positiva que todo lo abarca, pero es
una realidad que se acepta y no se discute.
Con George Eliot se realiza en la historia de la novela inglesa
la vuelta hacia la introversión. Los más importantes acontecimien
tos son en ella de naturaleza espiritual y moral, y el escenario de las
grandes luchas decisivas es el alma, la morada interior, la concien
cia moral de los hombres. En este sentido son sus obras novelas psi
cológicas 153. En lugar de sucesos exteriores y aventuras, en lugar de
cuestiones sociales y conflictos, se encuentran en ellas los proble
mas y las crisis morales en medio de la acción. Sus héroes son seres
humanos espirituales, para los que las experiencias intelectuales y
150 L. Cazamian, Le román et les idees en Angleterre, I, 1923, pág. 183; Eiizabeth S.
Haldane, George Eliot and her Times, 1927, pág. 292.
151 P. BouiTHonne, George Eliot, 1933, págs. 128, 135.
152 Ernest A. Baker, History of the Engltsb Novel, VIII, 1937, págs. 240, 254.
153 E, Batho-B. Dobrée, op. cit,, págs. 78 sig., 91 sig-
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