Page 448 - Hauser
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Naturalismo e impresionismo
ductible, mientras que para el simbolismo la totalidad de la reali
dad empírica es sólo la imagen de un mundo de ideas.
El simbolismo representa, por una parte, el resultado final del
desarrollo que comenzó con el romanticismo, esto es, con el descu
brimiento de la metáfora como célula germinal de la poesía, y que
condujo a la riqueza de imágenes impresionistas, pero no sólo re
pudia al impresionismo por su visión materialista del mundo y al
Parnaso por su formalismo y su racionalismo, sino que rechaza
también al romanticismo por su emocionalismo y por el conven
cionalismo de su lenguaje metafórico. En ciertos aspectos, el sim
bolismo puede ser considerado como una reacción contra toda la
poesía anterior231; descubre algo que ni había sido conocido nunca
ni había sido realzado antes: lapoésiepuré2i2, la poesía que surge del
espíritu irracional y no conceptual del lenguaje, que se opone a
toda interpretación lógica. Para el simbolismo, la poesía no es otra
cosa que la expresión de aquellas relaciones y correspondencias que
el lenguaje, abandonado a sí mismo, crea entre lo concreto y lo abs
tracto, entre lo material y lo ideal, y entre las diferentes esferas de
los sentidos. Mallarmé piensa que la poesía es la insinuación
de imágenes que se ciernen y se evaporan siempre; asegura que
«nombrar» un objeto es destruir tres cuartas partes del placer que
consiste en la adivinación gradual de su verdadera naturaleza 233. El
símbolo implica, sin embargo, no simplemente la evitación deli
berada de la nominación directa, sino también la expresión indi
recta de un significado, que es imposible describir directamente,
que es esencialmente indefinible e inagotable.
La generación de Mallarmé no inventó ni mucho menos el
símbolo como medio de expresión; arte simbólico había existido ya
en épocas anteriores. Descubrió, simplemente, la diferencia entre el
símbolo y la alegoría, e hizo del simbolismo, como estilo poético,
la meta consciente de sus esfuerzos. Reconoció, incluso, aunque no
siempre fue capaz de dar expresión a sus conocimientos, que la ale
goría no es otra cosa que la traducción de una idea abstracta en for
231 A. Thibaudet, op. cit., pág. 485.
232 Ibid., pág. 489.
233 J. H uret, op. cit., pág. 60.
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