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Rococó, clasicismo y romanticismo
juez o funcionario o comerciante es de mayor importancia que la
suma de sus cualidades personales. El núcleo de toda la doctrina lo
constituye la hipótesis de que el espectador puede escapar mucho
menos a la influencia de un drama si ve representada en la escena
su propia clase social, que debe reconocer de manera normal, que
si ve representado su propio carácter, que puede repudiar si quiere
hacerlo 9i. En esta necesidad del espectador de identificarse con sus
compañeros de clase tiene su origen verdadero la psicología del
drama naturalista, que interpreta a los personajes como fenómenos
sociales. Por mucha verdad objetiva que pueda contener semejan
te interpretación de los personajes, convertida en principio exclu
sivo, conduce a un falseamiento de los hechos. La suposición de que
los hombres y las mujeres son tan sólo seres sociales produce una
pintura tan arbitraria de la experiencia como la visión según la cual
todo hombre aparece como un individuo único e incomparable.
Ambas estilizan y romantizan la realidad. Es indudable, en cam
bio, que la imagen que una época determinada tiene del hombre
está condicionada por las circunstancias sociales, y que la alterna
tiva de representarlo especialmente como personalidad autónoma o
como representante de una clase depende de las circunstancias
sociales y de los objetivos políticos de los respectivos portadores de
la cultura. Cuando un público desea ver acentuados en la represen
tación del hombre los orígenes sociales y las características de clase,
es siempre signo de que esa sociedad ha adquirido conciencia de
clase, lo mismo si se trata de un público aristocrático que burgués.
En relación con esto, la cuestión de si el aristócrata es sólo aristó
crata y el burgués sólo burgués es completamente indiferente.
La concepción materialista y sociológica del hombre, que le
hace aparecer como mera función de su ambiente, condiciona una
nueva forma de drama, completamente distinta de la tragedia clá
sica. No sólo significa la degradación del héroe, sino que hace pro
blemática la posibilidad del drama según el antiguo concepto, pues
priva al hombre de su libre autodeterminación y con ello en parte
también de la responsabilidad de sus acciones. Porque si su alma
t;' Didero t>Entretiens sur le Fils naturei, Oeuvres, 1875-1877, VII, pág. 150.
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