Page 120 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis

II. Indigenismo 123

construcción de una sociedad nueva, de proyección hacia el futu-
ro: “Afortunadamente los Inkas han muerto, aunque con la muerte
de la semilla, para renacer en las masas de los campesinos ame-
ricanos y en los paisajes de nuestros cosmos, pues son ellos —los
trabajadores y el mundo— los eternos creadores de la conciencia
social”. 79
De la pervivencia de algunos elementos, en este caso el ayllu
como forma de organización (política, social, económica) y ele-
mento primigenio, en un nuevo sistema de organización, fundado
en la tradición, y opuesto al sistema operante: “El ayllu no es una
organización doméstica e individualista sino social en esencia y,
lógicamente, política. En ningún caso puede exigirse lo mismo de
la hacienda. La hacienda es, típicamente, vestigio feudal, y de esta
manera considerada carece de dinamicidad urbana”. 80
Se percibe que en una sociedad donde la transmisión de la vida
social, política y económica es predominantemente oral, el pasado
se remodela constantemente en el presente y por lo tanto no será
visto como algo independiente de este último.

la edUcación como medio de liberación

Un aspecto en el que intervino este pensamiento indigenista fue la
educación. El discurso pedagógico que se construyó tuvo un desa-
rrollo conjunto con la Escuela de Warisata. 81

79 Gamaliel Churata, “El conflicto de los pongos”, La Calle. Diario Socialista de
la Mañana, La Paz, 9 de marzo de 1937.
80 Gamaliel Churata, “Función civil de la cultura incaica”, op. cit., p. 4.
81 Destaca la figura de Gamaliel Churata con los fundadores de la Escuela
de Warisata. José Luis Ayala señala la colaboración con Rigoberto Paredes: “para
que el plan de estudios de la escuela de Warisata tuviera un adecuado contenido
pedagógico, destinado a formar una conciencia crítica y liberadora del educando
campesino boliviano”. José Luis Ayala, “Churata en la cultura literaria univer-
sal”, en Gamaliel Churata, Resurrección de los muertos, Ricardo Badini (ed.), Lima,
Asamblea Nacional de Rectores, 2010, p. 860.