Page 115 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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118  Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis)




            cuestión del indígena desde el problema económico, dando una
            nueva orientación de la política económica nacional y de aumento
            del poder del Estado para sacarlo del control minero-latifundista
            e incrementar el poder material del indio y de la nación. El me-
            canismo para integrar al indio será llevar a cabo un programa de
            instrucción con la finalidad de la creación de obreros, de una clase
            proletaria. El instrumento entonces sería la fundación y dispersión
            de escuelas talleres:

               Nada de escuelas teóricas. La República no necesita de gente culta a
               la [sic] burguesa. Es preciso fundar “escuelas talleres” y formar obre-
               ros. […] Pero es un hecho que debemos inventar un nuevo método
               que se acomode a nuestra raza y que aproveche a la raza indígena.
               Nada sería tan apropiado como la creación de “escuelas talleres” que
               comprendan más de cincuenta alumnos. Escuelas donde la técnica
               debe de ser el punto de enseñanza. Estas escuelas deben extenderse
               por miles en todo el país, tanto en las capitales, en las provincias y en
               el campo.
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            El indio, aún en la perspectiva de Marof, fue visto como un objeto
            que hay que crear, desde su perspectiva el indigenismo y el aspecto
            pedagógico tendría una prioridad: crear trabajadores. Desde una
            sociedad comunista, primero es la revolución y posteriormente la
            concientización del indio.
               En una civilización de tradición colectiva, disolver la comuni-
            dad como intentaron los liberales no tuvo como objeto crear la pe-
            queña propiedad, tampoco significó convertir a la población india
            en asalariados libres, sino entregar de forma legal sus propiedades


            ción estética, si bien define el indigenismo desde la literatura, y a los indigenistas
            auténticos como aquellos que “colaboran conscientemente o no, en una obra
            política y económica de reivindicación –no restauración o resurrección”. Mariá-
            tegui, Siete ensayos…, cit., p. 260.
               66   Tristán Marof [Gustavo Adolfo Navarro], La justicia del Inca, Bruselas, Falk
            Fils, 1926, p. 65.
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