Page 114 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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II. Indigenismo  117




            la defensa de la propiedad de la tierra
            La figura del indio reaparece en este grupo de indigenistas, en sus
            discursos de resistencia, como expresión de un proyecto liberador,
            se presenta porque su propio despojamiento se convierte en el em-
            blema de una lucha por el reconocimiento. Esta lucha va más allá
            del reconocimiento de una autoconciencia por otra, se trata de
            reconocerlos como sujetos sociales y no como objetos de explota-
            ción, como sujetos se conforman en una alternativa y posibilidad
            de reinvención de lo social, de lo económico, de lo político y de lo
            cultural.
               La cuestión del indio se asume como un problema histórico
            más que cultural, su problemática se percibe desde el medio eco-
            nómico que condiciona la propiedad de la tierra. Como señalaba
            Gamaliel Churata en un escrito publicado en Puno, Perú, antes de
            emigrar a Bolivia:

               “Ningún postulado más cercano y provisor que afrontar el estudio de
               los fenómenos sociales, y de encarar con valentía una solución econó-
               mica, puesto que la experiencia revela de manera indiscutible que en
               el fondo de todo fenómeno social se encuentran factores económicos,
               como en todo devenir existe una economía vital”. 64
            En esta labor primigenia de la problemática del indio desde la eco-
            nomía, Tristán Marof fue uno de los precursores con su texto La
            justicia del Inca. Marof refería los valores del indio referente a su
            relación con el problema de la tierra y de la sumisión, desde una
            perspectiva política y económica de reivindicación.  Estimaba la
                                                         65


               64   Gamaliel Churata, “La liquidación del gamonalismo y el deber de la ju-
            ventud”, en Voz del Pueblo, año I, núm. 2, 1930, p. 2.
               65   La existencia de algunas analogías entre las elaboraciones en esta obra
            de Marof y José Carlos Mariátegui, así como de otros pensadores del altiplano
            peruano, son inobjetables. Mariátegui señalaba, más que una analogía, un pro-
            blema recurrente la cuestión del indio en América, no sólo como una manifesta-
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