Page 264 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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V. Plan-Programa de la Escuela Racional  269




            el trabajo manual a conceptos y planteamientos que quizás por
            otro medio le estarían vedados. De forma semejante, la creación
            de la revista Oriente, la cual no intentó ser una revista pedagógi-
            ca de gran técnica y científica, sino un órgano de divulgación, de
            intercambio  de experiencias y  de propaganda educativa, desde
            la expresión de los propios alumnos y con un tono polémico de
            enfrentamiento a los planteos de la escuela tradicional y de la so-
            ciedad burguesa. La educación estética no se consideró sólo como
            un complemento de la formación integral del infante, sino que
            se fundó en una base intrínseca e inseparable de cada una de las
            actividades que incidieron en su formación.



            el jUego como actividad y deber volUntario

            El plan-programa reunió la adquisición de estructuras de apoyo,
            marcos referenciales y mecanismos de aprendizaje. Se pasó de la
            percepción directa de los hechos a la intuición de las ideas; de
            las manifestaciones o fenómenos de la naturaleza, a las leyes a las
            que obedecían, a través de una actividad fundamental: el juego. El
            juego precedió al deber escolar y se resignificó como un deber o
            voluntad moral.
               Desde un aparente desorden en la instrucción entre los educan-
            dos, porque toda acción llevaba el consentimiento voluntario de
            cada alumno, el deber fue precedido por el juego.  En Chuminó-
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            “Don Gregorio Torres Quintero desmiente a los enemigos de la Escuela Racio-
            nal”, en Oriente. Órgano de la Escuela Racional, vol. I, núm. 9, mayo de 1918, p. 4.
               47   “El niño no juega porque sea niño o joven sino porque necesita desdoblar
            la herencia que tiene acumulada. Para que este desdoblamiento su natural acele-
            ración se le coloca en medios que permitan hacerlo en el orden que le correspon-
            de a su acumulación, y para evitar que los estímulos, entre ellos el juego impuesto,
            puedan trastornar ese orden se utiliza la libertad rodeada de excitantes normales
            que coadyuven a ese natural desarrollo. Es la ley biogenética de Haeckel que
            Claparede elude desarrollar en su obra de Psicología. Un acto de un niño ejecu-
            tado por otro, no quiere decir que lo imita, sino que dicho acto se manifestó casi
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