Page 259 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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264 Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis)
de enseñanza) y el apoyo mutuo de línea anarquista que, casi a la
par, practicó en la Escuela de Chuminópolis. Las matemáticas se
constituyeron como un área dentro de las ciencias, pero que invo-
lucraban la igualdad. Es decir, el individuo era un número arábigo,
la unidad primordial dentro de una suma y dentro de las cifras,
comunidades o colectividades numerales. Como número, el indi-
viduo era una unidad con personalidad propia, que por sí solo no
podía constituir una suma total ni resolver un problema cada uno
de forma aislada, no obstante, si se establecía una relación mutua
y correspondiente, se podían resolver mediante sus cuatro reglas
todas las operaciones aritméticas.
Respecto a la gramática, manifestó analogías semejantes entre
las letras y los individuos (de forma semejante a los números y
los individuos). Cada individuo, como una letra, se constituía de
una individualidad característica, sin embargo, no podía expresar
por sí solo un pensamiento o una palabra articulada. Bajo la mu-
tua correspondencia de las reglas gramaticales y la sintaxis, la va-
riedad de letras-individuos adquiría la facultad de poder expresar
una infinidad de palabras y pensamientos. La asociación y ayuda
mutua era análoga entre individuos, números y grafías, pero una
asociación que no excluía sistemas o reglas. 35
ciencia como práctica manUal
La ciencia fue concebida como instrumento para desarrollar las
facultades, con una relación natural de las actividades humanas y
en donde el trabajo manual se consolidaba como un fundamento
35 “Donde hay sistema, hay reglas, leyes y principios que es necesario obe-
decer so pena de incurrir en error. Este aprendizaje requiere un desarrollo cabal
de las facultades intelectuales para comprender el sistema, su base, silogismos y
percepción. En caso contrario, las matemáticas continuarán siendo un intrincado
laberinto con figuras incomprensibles, en lugar de constituir el nervio de las acti-
vidades humanas”. Mena, De las tortillas de lodo…, cit., p. 28.