Page 295 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
P. 295

300  Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis)




            aprendizaje, creación y re-producción de pintura, tejido, escultu-
            ra, música, teatro, etc; lo humanístico: una ética común de ayuda
            y reciprocidad; lo económico: producción para autoconsumo, el
            intercambio y, si lo ameritaba, la venta; y lo político: una forma
            propia y autónoma de  gobernarse. Un aprendizaje  productivo
            que se situó en la reconfiguración del territorio, de una economía
            productiva divergente con el sistema capitalista y fundado en una
            ética común. 27



            aYllu y marka como núcleos de expansión
            y reconfigUración del territorio
            Warisata planteó una educación ligada con el espacio y territo-
            rio simbólico de los saberes y tradiciones aimaras, planteamiento
            articulado con la naturaleza, la comunidad y los demás seres. Te-
            rritorialmente surge un nuevo significado del espacio, de la pacha,
            y del trabajo productivo que se realizaría. Desde la escuela y en
            copartipación con las poblaciones, se reflexionó en espacios-terri-
            torios de reciprocidad entre comunidades y la naturaleza. Estos
            espacios-territorios eran tierra-territorios agrupados en el ayllu y
            refrendados armónicamente a través de la marka. 28
               Si bien, el ayllu no sólo abarca el aspecto puramente social o
            familiar, no define sólo una agrupación, un clan, una horda, o un
            grupo de linaje, no solamente se concibe como un espacio de tie-
            rra,  de  propiedad,  habitado  por  personas con lazos consanguí-



               27   Entendemos aquí ética común desde su concepción de comunitaria, no en
            sentido de ética individual.
               28   La marka, Ludovico Bertonio la define como “pueblo”, Marka-Pacha “todo
            el pueblo, en Ludovico Bertonio, Vocabulario de la lengua aymara, Bolivia, Ceres,
            [1612] 1984, p. 117. En definiciones más recientes, se le delimita como pueblo,
            municipio, provincia. Su sinónimo en quechua sería LLajta en Donato Gómez
            Bacarreza, Diccionario trilingüe (castellano, aymara, quechua), La Paz, s/e, 2007, p. 95.
   290   291   292   293   294   295   296   297   298   299   300