Page 47 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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I. Acracia y pedagogía 49
El anarcocomunismo rechaza todos los esquemas y concepcio-
nes de carácter absoluto. No cree en ninguna verdad absoluta ni
en metas definidas, señaladas al desenvolvimiento humano, sino
que se funda en el deber y supuesto según el cual los arreglos socia-
les y las condiciones de la vida del hombre son ilimitados. El anar-
quismo comunista se comprende como una filosofía política, pero
rebasa el plano político y se sitúa en el plano moral. La revolución
no sólo se da en las estructuras económicas y políticas, también en
la moral y en la ética. Su alternativa es la solidaridad y el apoyo
mutuo, que ofrece frente al orden de dominación.
Como una filosofía política, una filosofía aplicada a campos
prácticos de la vida humana, no presenta proyectos cerrados,
10
sino que presenta bosquejos que pueden ser modificados, porque
hay un constante esfuerzo de renovación, y porque para los pro-
yectos no prefija un estadio último, una meta definitiva. Como
método permite la pluralidad (diversidad de proyectos) dentro del
camino común y adquiere un carácter ético, antropológico y polí-
tico que pretende tener la capacidad de explicar y transformar la
realidad. 11
es simplemente un objeto interesante o no, utilizable o no”. Max Stirner, El único
y su propiedad, Barcelona, Mateu, 1970, p. 127. Esta moral de la separación y de
la guerra de todos contra todos es la antítesis de la moral anarquista del apoyo
mutuo. En esta vertiente de anarquismo individualista también converge el pen-
samiento de Émile Armand (Ernest-Lucien Juin) y su obra Petit manuel anarchiste
individualiste, 1911.
10 Entendemos como un proyecto cerrado aquel que al ser sinónimo de plan
fuerza la diversidad de la vida social hacia formas y estructuras definidas e inva-
riables, que no se asimilan o ajustan a modalidades particulares, a circunstancias
históricas de individuos, grupos o comunidades históricamente situados, por lo
cual no dan margen a una crítica y por supuesto rechazan la diversidad dialéctica
de perspectivas, además de considerar que toda condición prevista es una forma
permanente e invariable.
11 “Este método, no dejando lugar a la reconstrucción de la propiedad pri-
vada, debe conducir, por medio de la libre asociación, al triunfo del principio
de solidaridad”. Jean Grave, “La anarquía, su fin y sus medios”, en Carlos Díaz,