Page 46 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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8  NIGOLAS MAQUIAVELO

      pre, aun cuando uno cuente con un ejército poderosísimo,
      para entrar en una provincia  es necesario el favor de sus
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      habitantes. Por estas razones Luis XII, rey de Francia, per-
      dió Milán con la misma rapidez con que lo había ocupado;
      para sacarle de allí, bastaron, la primera vez, las fuerzas de
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      Ludovico  porque los que le habían abierto las puertas, sin-
      tiéndose engañados en sus ideas y en el bien futuro que ha-
      bían imaginado, no pudieron soportar  los inconvenientes
      del nuevo príncipe.
        También es verdad que los países rebelados, reconquis-
      tados, la segunda vez se pierden con mayor dificultad pues-
      to que el nuevo señor, aprovechando la rebelión, tiene me-
      nos miramientos  a la hora de afirmarse en el poder, cas-
      tigando a los rebeldes, desenmascarando a los sospechosos,
      proveyendo  las partes  más débiles. Así que, si para que
      Francia perdiera Milán bastó la primera vez un duque Lu-
      dovico que alborotase en las fronteras, para que lo perdie-
      ra la segunda fue necesario tener en contra el mundo en-
      tero y que sus ejércitos fueran aniquilados o expulsados de
      Italia; lo que tuvo su causa en las razones sobredichas. No
      obstante,  tanto  la primera  como la segunda vez, se lo
      arrebataron.
        Las razones generales de la primera ya han sido expli-
      cadas; ahora debemos decir cuáles fueron las de la segunda
      y ver qué remedios tenía Luis XII a su disposición y cuáles
      puede tener uno que se encuentre en su misma situación
      para conservar lo conquistado mejor de lo que lo hizo Fran-
      cia. Digo, pues, que estos estados, que al ser conquistados
      se añaden a un antiguo estado del que los adquiere, o son
      de la misma provincia y lengua  o no lo son. Si lo son, es
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      muy fácil conservarlos, máxime si no están acostumbrados
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      a vivir libres  para poseerlos con toda seguridad basta sólo
     con haber exterminado la familia del príncipe anterior, por-

         l  Provincia tiene aquí el sentido romano de tierra, lugar.
         6   Ludovico el Moro, señor de Milán, que perdió nuevamente el Mila-
      nesado, muriendo en Francia prisionero de Luis XII.  ·
         7   «provincia ... lingua» en el sentido de igual país, igual tradición cul-
      tural y civil.
        8  Es decir, si  ya  eran  principados  y  no  repúblicas; cfr. cap. V.
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