Page 47 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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que en lo demás, manteniéndoles las antiguas condici: >lll',
de vida, al no haber diferencias en las costumbres, la gt'11tL
vive tranquila, como ha ocurrido en Borgoña, Bretaña, Gas-
cuña y Normandía que desde hace tanto tiempo están uni-
das a Francia; y aunque haya algunas diferencias en la len-
gua, las costumbres son similares y pueden tolerarse entre
sí sin grandes dificultades. Quien adquiera territorios nue-
vos de este tipo y quiera mantenerlos ha de tener en cuen-
ta, pues, dos cosas: una, que es necesario aniquilar la fami-
lia del antiguo príncipe; otra, que no hay que alterar ni las
leyes ni los impuestos; de tal manera que en poco tiempo
se convierta, uniéndose con el principado antiguo, en un
solo cuerpo.
Pero las dificultades surgen cuando se adquieren estados
en una provincia de lengua, de costumbres y de institucio-
nes diferentes; entonces es necesario tener mucha fortuna
y gran habilidad 9 para conservarlos. U no de los mejores y
más eficaces remedios sería que la persona que los adquie-
ra fuera a vivir allí Esto haría más segura y duradera la
10.
posesión: como ha hecho el Turco en Grecia el cual, a
11;
pesar de todas las medidas observadas para mantener el es-
tado, no habría podido conservarlo si no hubiese ido a vi-
vir allí. Porque estando en el territorio ves nacer los de-
sórdenes e inmediatamente les puedes poner remedio,
mientras que estando lejos los conoces cuando son gran-
des y ya no tienen remedio Además, así la provincia no
12.
es expoliada por tus funcionarios y los súbditos están con-
tentos porque pueden recurrir fácilmente al príncipe; con
lo que tienen más motivos de amarlo, si quieren ser bue-
nos, y de temerlo, si quieren ser de otra manera; y los ex-
tranjeros que quisieran asaltar este estado tendrían que
9 Recordar la distinción del cap. I, y confrontar, naturalmente, ca-
pítulo VII.
1° Confrontar, Principe, V.
11 Se entiende la parte europea del antiguo imperio bizantino.
12 El gran rema dominante en este capítulo y en toda la obra de Ma-
quiavelo, el «vedere discostos (prever para prevenir), es característico del
príncipe «virtuoso».