Page 49 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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EL PRINCIPE 11
cito en territorio recién conquistado es tan inútil como úti-
les son las colonias.
Quien se encuentre en una provincia diferente, como ya
he dicho, debe además convertirse en caudillo y defensor
de los vecinos menos potentes, ingeniárselas para debilitar
a los poderosos y guardarse de que, por ninguna circuns-
tancia, entre en esta provincia algún forastero tan podero-
so como él; que siempre habrá algunos descontentos que o
por miedo o ambición le llamen desde el interior; como su-
cedió con los etolios, que llamaron a los romanos a Grecia;
y así sucedió en todos los países en los que entraron, que
lo hicieron siempre de la mano de sus habitantes. Es nor-
ma que tan pronto como un príncipe poderoso entre en un
país, los ciudadanos menos potentes se pongan de su par-
te, movidos por la envidia hacia quien ha sido más pode-
roso que ellos: de tal manera que respecto a los menos po-
derosos no tiene que hacer ningún esfuerzo para ganarlos,
porque inmediatamente forman juntos un bloque compac-
to con este nuevo estado que ha adquirido. Lo único que
ha de procurar es que no lleguen a tener demasiada fuerza
o autoridad; y si así lo hace, con sus fuerzas y con el favor
de aquellos, podrá humillar fácilmente a los potentes y con-
vertirse en árbitro absoluto de aquella provincia. Y quien
no siga estas reglas perderá pronto cuanto haya ganado, y
mientras lo conserve se enfrentará a continuas dificultades
y problemas.
Los romanos 15, en las provincias conquistadas tuvieron
siempre en cuenta estos principios: mandaron colonias,
conservaron los príncipes menos poderosos sin aumentar
su poder, humillaron a los poderosos y no dejaron que ad-
quiriese reputación ningún poderoso extranjero.
Y quiero que me baste como único ejemplo la provincia
de Grecia: los romanos sostuvieron a aqueos y etolios, aba-
11 Maquiavelo había anticipado el mismo juicio a propósito de la po-
lítica italiana de Luis XII y su «culpable» ignorancia acerca de los roma-
nos, en carta desde Francia durante su primera legación el 21 de noviem-
bre de 1500; y de nuevo, también desde Francia, en carta de 9 de agosto
de 1510 insiste sobre la importancia de los modelos romanos que tanto
peso tendrán en toda su reflexión política.