Page 90 - El fin de la infancia
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Jan se apoyó en el elefante y tocó la piel, rugosa como la corteza de un árbol.
Luego alzó los ojos hacia los grandes colmillos y la trompa ondulada, admirando la
habilidad del taxidermista que había logrado reproducir el momento del desafío o del
saludo. ¿Qué extrañas criaturas, se preguntó, de qué mundos desconocidos,
admirarían a este desterrado?
—¿Cuántos animales les has enviado a los superseñores? —le preguntó a Rupert.
—Cincuenta por lo menos, aunque claro éste es el más grande. Es magnífico, ¿no
es cierto? Casi todos los otros eran bastante pequeños: mariposas, serpientes, monos,
etcétera. Aunque el año pasado cacé un hipopótamo.
Jan sonrió cansadamente.
—Es una idea enfermiza, pero supongo que ya deben de tener un grupo bien
disecado del Homo Sapiens. ¿Quiénes habrán tenido ese honor?
—Tienes razón probablemente —dijo Rupert con bastante indiferencia. Los
hospitales podrían suministrar fácilmente el material.
—¿Qué pasaría —continuó Jan pensativamente— si alguien se ofreciera como
voluntario para ir como ejemplar vivo? Con la garantía del regreso, claro.
Rupert se rió con simpatía.
—¿Es una oferta? ¿Debo de transmitírsela a Rashaverak?
Jan consideró la idea un momento, casi seriamente. Al fin sacudió la cabeza.
—Este... no. Estaba pensando en voz alta. Seguro que no me aceptarían. A
propósito, ¿has visto a Rashaverak recientemente?
—Me llamó hace unas seis semanas. Había descubierto un libro que yo estaba
buscando. Muy simpático de su parte.
Jan caminó lentamente alrededor del monstruo disecado, admirando la técnica
que había paralizado para siempre al animal en el momento de su mayor vigor.
—¿Has descubierto qué estaba buscando? —preguntó—. Quiero decir, es tan
difícil conciliar la ciencia de los superseñores con todo ese interés por el ocultismo.
Rupert miró a Jan sospechosamente, preguntándose si su cuñado no estaría
tomándole el pelo.
—La explicación de Rashy parece correcta. Como antropólogo, está interesado en
todos los aspectos de nuestra cultura. Recuerda que les sobra tiempo. Pueden entrar
en detalles a los que nunca ha llegado la investigación humana. Leer toda mi
biblioteca ha sido apenas un esfuerzo para Rashy.
Podía ser ésa la respuesta, aunque Jan no se convenció. A veces había deseado
confiarle el secreto a Rupert, pero era de naturaleza reservada y había callado.
Cuando volviera a encontrarse con el amigo Rashy, Rupert dejaría escapar algo
probablemente. La tentación sería demasiado grande.
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