Page 210 - Crepusculo 1
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mismo modo que las imaginaba en las nubes cuando era niña. Descubrí una mano azul, una
mujer que se peinaba y un gato estirándose, pero dejé de hacerlo cuando un pálido círculo
rojo se convirtió en un ojo al acecho.
Me fui a la cama, sólo por hacer algo, al morir la tarde. Albergaba la esperanza de que
los miedos que merodeaban en el umbral de la consciencia, incapaces de burlar la escrupulosa
vigilancia de Jasper, reaparecieran si permanecía sola en la penumbra.
Pero como por casualidad, Alice me siguió, como si por pura coincidencia se hubiera
cansado del saloncito al mismo tiempo que yo. Empezaba a preguntarme qué clase de
instrucciones le había dado exactamente Edward. Me tumbé en la cama y ella se sentó a mi
lado con las piernas entrecruzadas. La ignoré al principio, pero de repente me sentí demasiado
cansada para dormir. Al cabo de varios minutos hizo acto de presencia el pánico que se había
mantenido a raya en presencia de Jasper. Entonces, deseché rápidamente la idea de dormir, y
me avovillé, sujetándome las rodillas contra el cuerpo con los brazos.
— ¿Alice?
— ¿Sí?
Hice un esfuerzo por aparentar calma y pregunté:
— ¿Qué crees que están haciendo?
—Carlisle quería conducir al rastreador al norte tanto como fuera posible, esperar que
se les acercara para dar la vuelta y emboscarlo. Esme y Rosalie se dirigirían al oeste con la
mujer a la zaga el máximo tiempo posible. Si ésta se volvía, entonces tenían que regresar a
Forks y vigilar a tu padre. Imagino que todo debe de ir bien, ya que no han llamado. Eso
significa que el rastreador debe de estar lo bastante cerca de ellos como para que no quieran
arriesgarse a que se entere de algo por casualidad.
— ¿Y Esme?
—Seguramente habrá regresado a Forks. No puede llamar por si hay alguna posibilidad
de que la mujer escuche algo. Confío en que todos tengan mucho cuidado con eso.
— ¿Crees de verdad que están bien?
—Bella, ¿cuántas veces hemos de decirte que no corremos peligro?
—De todos modos, ¿me dirías la verdad?
—Sí. Siempre te la diré.
Parecía hablar en serio. Me lo pensé un rato y al final me convencí de que realmente
estaba siendo sincera.
Entonces dime, ¿cómo se convierte uno en vampiro?
Mi pregunta la sorprendió con la guardia bajada. Se quedó quieta. Me volví para mirarle
la cara y vi que su expresión era vacilante.
—Edward no quiere que te lo cuente —respondió con firmeza, aunque me di cuenta de
que ella estaba en desacuerdo con esa postura.
—Eso no es jugar limpio. Creo que tengo derecho a saberlo.
—Ya lo sé.
La miré, expectante.
Alice suspiró.
—Se va a enfadar muchísimo.
—No es de su incumbencia. Esto es entre tú y yo. Alice, te lo estoy pidiendo como
amiga.
Y en cierto modo nosotras lo éramos ahora, tal como ella seguramente habría sabido
desde mucho antes por sus visiones.
Me miró con sus ojos sabios, espléndidos... mientras tomaba la decisión.
—Te contaré cómo se desarrolla el proceso —dijo finalmente—, pero no recuerdo cómo
me sucedió, no lo he hecho ni he visto hacerlo a nadie, así que ten claro que sólo te puedo
explicar la teoría.
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