Page 218 - Crepusculo 1
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—Ten mucho cuidado de no soltar prenda hasta que haya dicho todo lo que tengo que
decir —la voz que acababa de escuchar me fue tan poco familiar como inesperada. Era una
voz de hombre, afinada, muy agradable e impersonal, la clase de voz que se oye de fondo en
los anuncios de deportivos de lujo. Hablaba muy deprisa—. Bien, no tengo por qué hacer
daño a tu madre, así que, por favor, haz exactamente lo que te diga y no le pasará nada —hizo
una pausa de un minuto mientras yo escuchaba muda de horror—. Muy bien —me felicitó—.
Ahora repite mis palabras, y procura que parezca natural. Por favor, di: «No, mamá, quédate
donde estás».
—No, mamá, quédate donde estás —mi voz apenas sobrepasaba el volumen de un
susurro.
—Empiezo a darme cuenta de que esto no va a ser fácil —la voz parecía divertida,
todavía agradable y amistosa—. ¿Por qué no entras en otra habitación para que la expresión
de tu rostro no lo eche todo a perder? No hay motivo para que tu madre sufra. Mientras
caminas, por favor, di: «Mamá, por favor, escúchame». ¡Venga, dilo ya!
—Mamá, por favor, escúchame —supliqué.
Me encaminé muy despacio hacia el dormitorio sin dejar de sentir la mirada preocupada
de Alice clavada en mi espalda.
Cerré la puerta al entrar mientras intentaba pensar con claridad a pesar del pavor que
nublaba mi mente.
— ¿Hay alguien donde te encuentras ahora? Contesta sólo sí o no.
—No.
—Pero todavía pueden oírte, estoy seguro.
—Sí.
—Está bien, entonces —continuó la voz amigable—, repite: «Mamá, confía en mí».
—Mamá, confía en mí.
—Esto ha salido bastante mejor de lo que yo creía. Estaba dispuesto a esperar, pero tu
madre ha llegado antes de lo previsto. Es más fácil de este modo, ¿no crees? Menos suspense
y menos ansiedad para ti.
Esperé.
—Ahora, quiero que me escuches con mucho cuidado. Necesito que te alejes de tus
amigos, ¿crees que podrás hacerlo? Contesta sí o no.
—No.
—Lamento mucho oír eso. Esperaba que fueras un poco más imaginativa. ¿Crees que te
sería más fácil separarte de ellos si la vida de tu madre dependiera de ello? Contesta sí o no.
No sabía cómo, pero debía encontrar la forma. Recordé que nos íbamos a dirigir al
aeropuerto. El Sky Harbor International siempre estaba atestado, y tal y como lo habían
diseñado era fácil perderse...
—Eso está mejor. Estoy seguro de que no va a ser fácil, pero si tengo la más mínima
sospecha de que estás acompañada, bueno... Eso sería muy malo para tu madre —prometió la
voz amable—. A estas alturas ya debes saber lo suficiente sobre nosotros para comprender la
rapidez con la que voy a saber si acudes acompañada o no, y qué poco tiempo necesito para
cargarme a tu madre si fuera necesario. ¿Entiendes? Responde sí o no.
—Sí —mi voz se quebró.
—Muy bien, Bella. Esto es lo que has de hacer. Quiero que vayas a casa de tu madre.
Hay un número junto al teléfono. Llama, y te diré adonde tienes que ir desde allí —me hacía
idea de adonde iría y dónde terminaría aquel asunto, pero, a pesar de todo, pensaba seguir las
instrucciones con exactitud—. ¿Puedes hacerlo? Contesta sí o no.
—Y que sea antes de mediodía, por favor, Bella. No tengo todo el día —pidió con
extrema educación.
— ¿Dónde está Phil? —pregunté secamente.
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