Page 404 - Frankenstein
P. 404
Pero esta sensación, que me sostenía al principio de
mi carrera, ahora sólo sirve para hundirme más en la
miseria. Todas mis esperanzas y proyectos no son
nada, y, como el arcángel que aspiraba al poder su-
premo, me encuentro ahora encadenado en un in-
fierno eterno. Tenía una viva imaginación y a la vez
una gran capacidad de análisis y concentración;
mediante la estrecha colaboración de estas dos cuali-
dades concebí la idea, y llevé a cabo la creación de un
hombre. Incluso ahora no puedo rememorar con
serenidad las ilusiones que me invadían mientras no
tuve terminado el trabajo. Llegaba con la imagina-
ción hasta las más altas esferas, a veces exultante de
júbilo ante mi poder, otras estremecido al pensar en
las consecuencias de mi investigación. Desde peque-
ño había concebido las mayores ambiciones y espe-
ranzas; ¡cómo me he hundido! Amigo mío, si me
hubiera conocido antaño, no me reconocería en mi
actual estado de denigración. Desconocía casi por
completo lo que era el desánimo; parecía estar desti-
nado a un brillante porvenir, hasta que me hundí
para siempre.