Page 73 - Matilda
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somos bastante fuertes.
—Escuchad esto, entonces —dijo Hortensia—. Ayer mismo, la Trunchbull
pilló comiendo bombones de licor, durante la clase de escritura, a un chico
llamado Julius Rottwinkle. Sin más, lo cogió por un brazo y lo arrojó por la
ventana de la clase. Nuestra clase está en el primer piso y vimos a Julius
Rottwinkle salir volando por encima del jardín como un disco y caer de golpe en
medio de las lechugas. Luego, la Trunchbull se volvió a nosotros y dijo: « Desde
ahora, al que pille comiendo en clase saldrá por la ventana» .
—¿Se rompió algún hueso Julius Rottwinkle? —preguntó Lavender.
—Unos pocos —dijo Hortensia—. No debéis olvidar que la Trunchbull fue
lanzadora de martillo del equipo inglés en las Olimpiadas, por lo que está muy
orgullosa de su brazo derecho.
—¿Qué es eso de lanzar el martillo? —preguntó Lavender.
—En realidad —dijo Hortensia—, el martillo es una bala redonda de cañón,
sujeta al extremo de un trozo de alambre, y el lanzador la hace girar por encima
de su cabeza, cada vez más rápidamente, y luego la suelta. Hay que ser muy
fuerte. La Trunchbull lanza todo lo que encuentra a su alrededor para mantener
su brazo en forma, especialmente niños.
—¡Dios mío! —exclamó Lavender.
—Yo le oí decir una vez —prosiguió Hortensia— que un chico mayor es del
mismo peso que un martillo olímpico y que, por tanto, resulta muy útil para
practicar con él.