Page 67 - 14 Copernico
P. 67
planetas conocidos. Sin embargo, en esta concepción quedaban
algunos flecos de difícil adecuación: se explicaban los movimien-
tos retrógrados de los planetas en ciertas épocas del año, pero no
sus cambios de brillo. Hasta la época de Ptolomeo no se hallaría
una manera de incluir este hecho en el modelo.
Copérnico tuvo ocasión de consultar la bibliografía clásica
que se conservaba en las bibliotecas de las universidades italia-
nas en las que estudió. Su conocimiento del latín y del griego le
resultaron muy útiles para analizarla, así como para consultar los
comentarios y las revisiones y críticas que se habían publicado
después de la invención de la imprenta. De esa forma entró en
contacto y estudió en detalle los modelos celestes existentes,
contrastando numerosos datos que obtuvo de las tablas astronó-
micas que tenía a su disposición. A eso hay que añadir los expe-
rimentos que realizó personalmente y que debieron ir dirigidos a
la comprobación o refutación de algún detalle concreto de los
modelos que estudiaba. En ese sentido, la experiencia práctica
que consiguió al lado de Novara parece haber sido de importan-
cia capital.
EL AÑO JUBILAR
Se considera probado que Nicolás pasó en Roma el año jubilar de
1500. Ese año hubo una gran afluencia de peregrinos, y puede que
esa fuera la razón de su estancia en la capital romana. Sin em-
bargo, tal vez fuese otro el motivo: se sabe que Novara enseñó
matemáticas ese año en la Universidad de Roma, por lo que quizá
Copérnico le acompañase para seguir su curso. Tal vez dedicara
ese tiempo a curtirse en algunos detalles del derecho eclesiástico;
pero en su De revolutionibus alude a un eclipse lunar observado
allí por él el 6 de noviembre de 1500.
No obstante, los datos sobre este período en la vida de Co-
pérnico son confusos y contradictorios. Según lo escrito por Rhe-
ticus en su Narratio prima, el de Torún habría aprovechado esta
estancia en Roma para impartir un curso ( o, al menos, algunas
LA EXPERIENCIA ITALIANA 67