Page 45 - Primer libro VIM
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estos movimientos cotidianos representan nuestro ejercicio diario . Se limpian muchas partes internas de
nuestro cuerpo y nos mantiene en forma para realizar nuestro trabajo, para las actividades diarias o para
el deporte, como el quadrugby en el caso de Santiago.
Esto es lo que tratamos de inculcar a través de nuestro modelo. Las personas que experimentan depresión es porque
bajan la guardia, como si se enterraran poco a poco, en su propia tumba. Así lo ha constatado Santiago durante los 30
años de vivir su discapacidad y así lo hemos constatado quienes nos hemos rehabilitado a través del modelo que él
inició: toda nuestra rutina diaria no es una pérdida de tiempo, es el pilar de todo nuestro día, de toda nuestra vida.
Mantenernos siempre activos, es fundamental. Eso fue lo que ayudó a Santiago después del accidente, para no
hundirse en la depresión. Apenas lo dejaron dentro de su casa -regresando del hospital en que se atendió-, su madre
ya lo estaba presionando para que asumiera la responsabilidad de sus decisiones. Santiago pronto se volvió líder de
su comunidad; y, hasta llegó a ser consejero familiar. Adicionalmente, pudo impulsar algunas obras de mejoramiento
en la comunidad, aún en medio de un ambiente adverso. Si bien, siempre tuvo el respaldo de su familia; más su
discapacidad nunca representó una debilidad: creó una escuela para secretarias, un círculo de formación para
secundaria y preparatoria; un programa deportivo para jóvenes: futbol, boleibol, basquetbol y beisbol. Incluso,
buscó mecanismos para fomentar el autoempleo entre algunos de sus paisanos más marginados.
Toda discapacidad es singular: hace único e irrepetible al ser humano
Llegamos a uno de los puntos más debatibles en la búsqueda de sentido y re-significación de la discapacidad en
el mundo. Para VIM, representa un conocimiento central de nuestro aprendizaje, como modelo de intervención
y como movimiento de la sociedad civil, durante todos estos años: el ser humano se modela en la discapacidad
que asume y vive. La discapacidad es una condición inherente al ser humano. De ahí que no compartamos –como
ya se ha dicho- la clasificación de uso común, entre personas con discapacidad y personas sin discapacidad.
Ciertamente, los estudios médicos y sociológicos distan mucho de que podamos conocer con absoluta
certeza toda la diversidad en que puede presentarse la discapacidad en el ser humano, pero de lo que sí
podemos estar seguros es que el mismo argumento que nos impide afirmar –por no estar científicamente
comprobado- que todos los seres humanos padecen algún tipo de discapacidad en uno o más de sus
potenciales esenciales (instintivo, motriz, sexual, emotivo o racional); es el que nos permite señalar
también, que no existe base científica para asegurar la presencia en el mundo de personas que no albergan
ningún tipo de discapacidad; o que no han sido modelados por alguna de ellas.
De todos es sabido que las apariencias engañan; y, en todo caso, las múltiples formas de abuso que
vemos a diario entre seres supuestamente humanos, sobre todo entre quienes son catalogados como
“personas sin discapacidad” no ayudan mucho a probar esto último; es decir, que se trata de personas
“sin” discapacidad: “exentas de deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que,
al interactuar con diversas barreras, pueden impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en
igualdad de condiciones con las demás” . Dañar a otros, no puede constituir una forma válida de participar
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plena y efectivamente en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás personas.
16 Convención DPD: Artículo 17.- Protección de la integridad personal. Toda persona con discapacidad tiene derecho a que se respete su integridad
física y mental en igualdad de condiciones con las demás. Modelo VIM: nuestro derecho a la integridad, implica el deber de cuidarla; con nuestro
ejercicio diario y nuestra vida productiva. Comprometernos a cuidar de nosotros mismos.
17 Convención DPD: Artículo 1 Propósito.- El propósito de la Convención es promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de
igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad
inherente. Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo
que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las
demás. Modelo VIM: Si bien la Convención DPD paradójicamente excluye las deficiencias emocionales, está comprobado científicamente que
no son ajenas a procesos físicos (glandulares, p. e.) y mentales
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