Page 22 - 20 Euclides
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Por lo tanto, es un texto propiamente docente del cual debe-
                     mos lamentar su pérdida, ya que nos habría dado pistas de hasta
                     qué  punto consideraba Euclides  que  los  errores  eran de  cariz
                     geométrico o de cariz lógico. Otro de los textos perdidos de Eucli-
                     des -citado por Papo- es Lugares de superficies. Se trata de tex-
                     tos de geometría superior cuyo contenido va más allá del de los
                     Elementos. Según Papo, trata de «lugares -es decir, de la posi-
                     ción- de una línea o de una superficie cuyos puntos se hallan so-
                     metidos a una propiedad» y de «cómo se construyen tales lugares»
                     que son líneas, como por ejemplo, la cuadratriz, la espiral sobre
                     un cilindro,  etc.,  o superficies como cilindros,  conos,  esferas o
                     como las que se obtienen de la rotación de una cónica ( elipses, hi-
                     pérbolas o parábolas). El texto ofrece una caracterizaciónfoco-
                     directriz de las cónicas que evita recurrir al espacio tridimensional:


                         El lugar de los puntos cuya relación entre la distancia a un punto
                         [foco] y a una recta [directriz] dados se mantiene constante es una
                         cónica: una elipse, una parábola o una hipérbola según que la razón
                         dada sea menor, igual o mayor que uno.

                         De los Porismas -un texto de una enorme complejidad si se
                     atiende a su contenido: 171 proposiciones, 38 lemas y 29 clases de
                    porismas- los especialistas han dicho:  «Su desaparición es la-
                    mentable».  El propio término porisma es polisémico y, por con-
                    siguiente,  ambiguo.  En este texto se refiere  a  la obtención de
                     objetos geométricos indeterminados; es decir, que no están bien
                    definidos porque no se dan «todas» las características necesarias.
                    Un porisma es, pues, un híbrido entre un problema y un teorema:
                    hay que establecer su existencia pero no es posible mostrarlo ha-
                    bida cuenta de su indeterminación. En los Elementos, el término
                    porisma se usa con la acepción de corolario, esto es, una conse-
                    cuencia inmediata de un teorema ya demostrado.
                        De las Secciones cónicas, Francisco Vera, traductor al caste-
                    llano de los Elementos, escribe:

                        [ ... ] sobre su contenido solo podemos hacer conjeturas. La crítica
                        moderna cree que se trata de un arreglo de otra obra de Aristeo sobre





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