Page 59 - 20 Euclides
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Euclides recurre  a  la figura  1
        (un triángulo 6.ABC con los ángulos   FIG.1         A
        <CEA y  <ACB iguales,  y  los lados
        opuestos, AB y AC,  distintos; uno,
        por ejemplo AB, más largo y el otro,
       AC, más corto). Pero esta figura no
        es posible:  realmente,  dicho trián-
        gulo no existe. Es una idealización
        figurativa del postulado añadido que
        resultará ser falso.
           En la figura 2 se desglosa el ra-
        zonamiento  de  Euclides  y  parece
        que se clarifica. Sin embargo, pone
        de  relieve  - es  la  razón  que  nos
       mueve a incluirlo- las dificultades que presenta recurrir a «figu-
        ras erróneas». Si bien el motivo de estas figuras  es ayudar a la
        comprensión de la demostración, cuando son falsas el objetivo se
        complica.
           Se ha perdido la simplicidad propia del análisis pero ha apa-
       recido  la profundidad  del  conocimiento  geométrico  y  lógico-
        deductivo vinculado a la síntesis. Cabe indicar que esta técnica
        de demostración - tan alejada del análisis- no era del agrado de
       todos los geómetras griegos. Ello explica que,  en los diferentes
        comentarios a los Elementos, se intentaran demostraciones alter-



          FIG.  2
                   A                      A '

                                                              O"








          B                 C   B '                                      C"
       1           (a)                                          (e)
       L





                                          LA ESTRUCTURA DE  LOS «ELEMENTOS»   59
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