Page 102 - 22 Euler
P. 102
frente a la teoría corpuscular hasta el advenimiento de la mecánica
cuántica. En 17 45 se publicó la traducción alemana de Euler del
libro inglés New Principles of Gunnery (Nuevos principios de
artillería), de Bertjamin Robins (1707-1751), con tal cantidad de
comentarios, correcciones y complementos que el libro es prácti-
camente nuevo.
En 1765, cuando Euler ya casi tenía un pie en Rusia, apareció
Theoria motus corporum solidorum seu rigidorum (Teoría del
movimiento de cuerpos sólidos y rígidos), su segundo tratado de
mecánica. Es una mejora lógica de su primer tratado -donde se
aplicaban por primera vez las técnicas del análisis matemático a la
mecánica- , pues contiene las posteriormente denominadas ecua-
ciones diferenciales de Euler del movimiento de un sólido rígido
sometido a fuerzas externas, y los ángulos de Euler, conectados
al uso de dos sistemas de coordenadas, uno fijo y otro ligado al
cuerpo en movimiento, con lo que el movimiento se descompone
ya lógicamente en lineal y rotacional. Todos los expertos desta-
can la originalidad de algunas aportaciones, como el tratamiento
del eje de rotación de una simple peonza, que introduce de modo
natural la nutación y precesión de los equinoccios.
Ya se ha comentado que la cartografía fue otra de las pasiones
de Euler; tras años de colaboración en la Academia de San Pe-
tersburgo en la elaboración de un Atlas de Rusia, este finalmente
vio la luz en 17 45, con 20 mapas. Euler estaba muy orgulloso del
resultado y remarcaba que dicho atlas situaba la cartografía rusa
por delante de la alemana.
Sin embargo, a pesar de su extensa productividad, no hay que
caer en el error de pensar que todo lo que Euler escribió era
definitivo. Sus escritos padecen de un mal inevitable en su tiempo,
la falta de auténtico rigor en las operaciones y definiciones, lo
que, frecuentemente, da la impresión de que todo se sostiene
porque funciona, no porque quede probado. En realidad, el
siglo XIX dedicará muchas energías a fundamentar las atrevidas
intuiciones eulerianas dando lugar a conceptos que como el límite,
la convergencia o la continuidad vayan cubriendo los agujeros
argumentales de muchas proposiciones. Las matemáticas se harán
más aburridas, pero también más fiables.
102 BERLÍN. CAPITAL DEL ANÁLISIS