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este método de investigar las partículas fundamentales de la ma-
teria había alcanzado sus límites. Si se quería alcanzar un cono-
cimiento más profundo era necesario aplicar mayor energía a las
partículas de forma artificial.
GENERADORES
El secreto estaba en generar la suficiente energía como para des-
componer los núcleos de los átomos. Aunque los primeros cálcu-
los apuntaban a que la cantidad de energía necesaria para romper
un átomo era inalcanzable, hubo pioneros que no se echaron por
ello atrás. Uno de ellos fue Pyotr Kapitsa, de origen ruso, que tras
una visita a Cavendish, en 1921, decidió permanecer al lado de
Rutherford, durante quince años.
«Es un físico absolutamente excepcional
y un hombre muy original.»
- PALABRAS DE PYOTR KAPITSA EN MUESTRA DE LA ENORME ADMIRACIÓN
QUE TEN!A POR SU MAESTRO RUTHERFORD.
Kapitsa era muy dinámico y tenía una gran capacidad de per-
suasión, lo que le permitió que Rutherford destinara para sus pro-
yectos más dinero que para la suma del resto. Este hecho generó
más de un encontronazo debido al trato diferencial que recibían
los miembros del equipo. También instauró unas reuniones in-
formales junto a otros científicos para comunicar sus ideas. En
el club Kapitsa se respiraba un ambiente distendido y, por ejem-
plo, fue el lugar que escogió Chadwick para anunciar el descu-
blimiento del neutrón. Kapitsa congenió siempre a la perfección
con Rutherford, y era uno de los pocos que se atrevían a bro-
mear en su presencia y a cuestionar sus ideas. Ambos compartían
además una misma concepción de la ciencia y del vínculo entre
teoría y práctica. Para Kapitsa, «la separación de la teoría de la
práctica, del trabajo experimental, y de la práctica sobre todo,
perjudica principalmente a la propia teoría». Kapitsa tenía muy
claro que para investigar la materia era necesario desarrollar in-
HACIA LA ESCISIÓN DEL NÚCLEO 131