Page 34 - 29 Lavoisier
P. 34

buscó alternativas para procurarle una nueva fuente de ingresos.
                     Aconsejado por él y por otros familiares, Lavoisier decidió que
                     una forma de ganarse el sustento mientras seguía dedicándose a
                     la ciencia era comprar una participación en la Ferme Générale.
                     Esta era una institución cuyos miembros proporcionaban al Es-
                     tado los fondos necesarios para su funcionamiento, encargándose
                     de recaudar los impuestos para recuperar lo invertido; era a la vez
                     banca y hacienda. Aunque la inversión resultó a la postre muy ren-
                     table, formar parte de la sociedad requería un desembolso inicial
                     de gran envergadura. Probablemente, al igual que en todos los
                     proyectos que acometió en su vida, Lavoisier realizó un estudio
                     de la relación coste/beneficio, y debió de llegar a la conclusión de
                     que participar en la institución era un buen negocio.
                         Pero si lo que Lavoisier pretendía era obtener un beneficio
                     sin dedicarle apenas tiempo, se equivocó completamente, pues
                     desde el momento en el que entró a formar parte de la institución
                     se hizo cargo de numerosas tareas en el seno de la misma, siem-
                     pre con el fin de mejorar su funcionanüento. Pretendía conseguir
                     tal objetivo de dos formas: por un lado, buscando y persiguiendo
                     el fraude; por otro, supervisando el trabajo de los recaudadores
                     para poder castigar las corruptelas y los abusos. No  debió de
                     ser tarea fácil ni que le granjeara muchos amigos, pero en poco
                     tiempo logró resultados espectaculares. Su fama debió de exten-
                     derse, y a partir de entonces, cada vez que entró a formar parte
                     de una institución se dedicó con todas sus fuerzas a mejorar su
                     funcionamiento.
                         En 1 767 presentó su candidatura a la Academia de Ciencias
                    por segunda vez, junto con su proyecto para abastecer de agua a
                     una gran ciudad. En 1768 consiguió finalmente el puesto, primero
                     de modo provisional y luego de forma definitiva en calidad de «ad-
                    junto», la escala más baja entre los miembros de la institución.
                        Los asuntos burocrático-administrativos, tanto en la Ferme
                     como en la Academia,  no lo  distrajeron nunca de su objetivo
                    principal: el desarrollo de bases sólidas que proporcionaran a la
                    química un sustento estable como ciencia. Para ello Lavoisier dis-
                    ponía de una disciplina de trabajo férrea, que cumplía a rajatabla
                     cada día,  y aunque siempre cuidó mucho las formas y era muy





         34         UN CIENTÍFICO ENTRE ABOGADOS
   29   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39