Page 102 - 21 Faraday
P. 102
'
¿poR QUÉ SE LLAMAN VOLTIOS Y NO FARADIOS?
Muchos de los investigadores en electricidad y magnetismo han quedado
grabados en nuestro acervo cultural al ceder sus apellidos a diversas unidades
eléctricas, aunque uno de los más importantes contribuidores, Benjamín
Franklin, no tuvo tal oportunidad. Algunos ejemplos son Charles Augustin
Coulomb (la unidad de carga eléctrica), Georg Ohm (la de resistencia), James
Watt (la de potencia), James Joule (la de energía), Alessandro Volta (la unidad
de potencial, diferencia de potencial y fuerza electromotriz) y André Ampere
(la de la intensidad de corriente). Sin embargo, ¿por qué fue Volta el escogido
y no lo fue Faraday?
Un inglés que no publica en francés
William Thomson estaba convencido de que la electricidad constituiría una
boyante industria en el futuro, y en consecuencia era necesario que la gente
pudiera conocer con exactitud la .cantidad de fuerza impulsora derivada del
campo invisible que estaba comprando. Probablemente él hubiera apostado
por llamar a esa fuerza con el nombre de su admirado Faraday, pero fueron
los funcionarios franceses los que, durante todo el siglo x1x, dominaron la no-
menclatura científica. El problema de Faraday no era otro que su nacionalidad:
Faraday ya no estaba en plenas facultades mentales, proba-
blemente debido al vapor de mercurio que procedía del suelo de
su laboratorio, que afecta al cerebro cuando se inhala durante
largos períodos, e hizo una declaración ambigua en la que se
adivinaba que no estaba del todo de acuerdo con la hipótesis de
Thomson. Este apoyo de Faraday, aunque tibio, fue decisivo para
convencer a los inversores. Pero Thomson advirtió que Faraday
había sido engañado y coaccionado, pues la opinión fidedigna de
Faraday, tras analizar los cables construidos con gutapercha, era
que el conductor, la capa aislante que lo rodeaba y el agua del mar
influían negativamente en la transmisión de las señales.
El cable, con todo, se construyó, y finalmente fue un fracaso,
tal y como había vaticinado Thomson: las señales siempre llega-
ban borrosas, imposibles de descifrar tras cruzar el Atlántico.
Al emplearse altos voltajes para transmitir la señal, como ya se
102 LA CHISPA ELÉCTRICA