Page 119 - 07 Schrödinger
P. 119

EN  PARADERO DESCONOCIDO
             En los ejemplos que con-  Funciones de onda   Distribución radial de
             sideramos en el capítulo   radiales R(r)   probabilidades P(r)
            anterior para la  depen-
            dencia radial de ljJ  en los
            estados  estacionarios   :L .. º'~
            del átomo de hidrógeno,
            la relación entre R(r) y la
            probabilidad P(r) de lo-  O   5   10   15         10   15   20
            calizar al electrón a una
            cierta distanciar del nú-               0,2
            cleo presenta el aspecto   º·ªL
            que refleja la figura. Las
            cumbres de las  funcio- º·:          ,+  0,1
            nes P(r) señalan dónde
                                  -0,1                L..>!-'--'-w....-'--'-w....= 1L5'--'--'-..J20
            resulta  más  probab le
            dar con  el  electrón.  El
            pico de la  primera, que                0,2
            corresponde al  estado
            fundamental, se  sitúa a   0,4~
                                  º·:
            una d istancia que coin-             ,+  0,1
            cide  con  el  radio  que
                                  -0.1                o~'-'--L5'-""'"--'-10L.W.-'--'-1-'--5 '--'--'--'-'20
            Bohr asignaba a la órbi-
            ta circular más pequeña
            de su  modelo. No obstante, según Born, también existe una probabilidad, por
            ínfima que esta  sea,  de localizar al  electrón a un  kilómetro o  en  la  galaxia
            Andrómeda. En otras palabras, la  partícula puede estar casi en cualquier par-
            te, pero resulta mucho más probable encontrarla en determinadas zonas, que
            acota a la perfección lt¡,1 •  Una vez se conoce la  función de onda en un mo-
                                2
            mento dado, la ecuación de Schródinger permite predecir sin  ninguna ambi-
            güedad su  evolución.





           Curiosamente, Schrodinger jugó con esta misma idea en su
       cuarto artículo sobre la mecánica ondulatoria, que envió a los An-
       nalen der Physik en junio de 1926, solo unos días antes de que
       Bom presentara el suyo. No es difícil adivinar por qué la terminó
       descartando. A pesar de que su ecuación operaba en un entorno
       confortable de funciones continuas y derivadas parciales, la inter-
       pretación estadística inyectaba en las entrañas de 'l(J  todo el ve-






                                                LA BÚSQUEDA DEL SENTIDO    119
   114   115   116   117   118   119   120   121   122   123   124