Page 113 - 09 Bohr
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esos elementos. Así, si se mira solo a la pantalla, sin imponer que
        el electrón pase por uno u otro orificio, el electrón pasa por los
        dos. Al considerar el electrón como corpúsculo, lo único que se
        puede calcular es la probabilidad de que pase por un agujero o por
        el otro. En cambio, si se impone que pase por uno de los orificios,
        por ejemplo cerrando el otro, la difracción desaparece; pero al ha-
        cerlo así, se ha intervenido sobre el electrón antes de que pudiera
        decidir pasar por uno u otro orificio.

                           «La verdad y la claridad son complementarias.»

                                                                   -  NrnLs BoHR.

            Así surge el indeterminismo, ya que no se puede determinar
        con antelación por cuál de los dos agujeros pasará un electrón
        dado; solo se puede calcular la probabilidad a partir de las con-
        diciones iniciales y comprobar, al final del experimento, por cuál
        ha pasado. De ahí la expresión «Dios no juega a los dados»: para
        Einstein, el hecho de que el mundo fuera intrínsecamente inde-
        terminado, que no se pudiera predecir con exactitud lo que iba a
        suceder en el futuro, era una limitación que no se podía aceptar a
       priori, ya que podría implicar que en el mundo no había causali-
        dad, que las cosas pasaban sin una causa clara.
            De este modo, el debate entre Bohr y Einstein se fue tomando
        más y más filosófico.  Filosófico no porque fuera alternativo ( o,
        peor, contrario) a la ciencia, sino, precisamente, porque se estaba
        debatiendo qué era y qué debía ser la ciencia. El concepto clave
        para Bohr era el de «fenómeno», mientras que para Einstein era
        el de «realidad objetiva». Con el tiempo, y fiel a su obsesión por
        definir muy bien los términos que utilizaba, Bohr fue perfilando su
        idea de «fenómeno» para refe1irse «exclusivamente a las observa-
        ciones obtenidas bajo circunstancias específicas, incluyendo una
        descripción de todo el experimento».
           El planteamiento de Bohr significaba que la física y, por exten-
       sión, toda ciencia, solo podía conocer el resultado de observaciones
        en experimentos dados y no estaba legitin1ada para ir más allá en
       sus pretensiones de conocimiento. Para Einstein, esto era del todo





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