Page 131 - 05 Feynman
P. 131
cesa de Bagneres-de-Bigorre, cerca del Pie du Midi, estuviera prác-
ticamente consagrada a estas nuevas partículas, que ya merecían
el apodo de «extrañas». Tal era el clima que la primera página de
las actas del congreso anunciaba: «Las partículas descritas en este
congreso no son totalmente ficticias, y toda analogía con partículas
existentes en la naturaleza no es una pura coincidencia». Para los
casi cuatrocientos físicos que allí se reunieron representó un mo-
mento in1portante de sus vidas. La existencia de las partículas «ex-
trañas» era francamente escandalosa: «Era corno si la naturaleza
se permitiera fantasías, corno si pudieran existir nuevos fenóme-
nos sin estar realmente integrados en la marcha del mundo», co-
mentó el físico francés Michel Crozon. Al poco de temünar el
congreso, un joven físico llamado Murray Gell-Mann, de la Univer-
sidad de Chicago, introducía el concepto de extrañeza, una nueva
cualidad de las partículas subatónücas. ¿ Qué hacía alú? Y lo que
era más acuciante: ¿Cómo integrarla en un esquema coherente?
EXTRAÑEZA
Desde hacía una década los físicos creían entender moderada-
mente bien las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza: la
gravedad, que gobierna el mundo de los planetas y las estrellas;
la electromagnética, que domina las reacciones químicas y los
procesos eléctricos; la fuerza fuerte, responsable de mantener
unidos los protones y neutrones en el núcleo atómico; y la fuerza
débil, que da cuenta de los lentos procesos de la desintegración
radiactiva. Cada una de ellas jugaba en su propio patio, perfecta-
mente definido. Pero entonces los aceleradores empezaron a es-
cupir partículas J\ en cantidades nada despreciables. ¿ Cómo era
posible que · en el bien estructurado campo de las partículas apa-
reciera una que su creación pareciera estar bajo la batuta de la
fuerza fuerte, pero su desintegración apuntara a que estaba gober-
nada por la fuerza débil? ¿A qué era debida esta mezcla?
Para explicarlo, Gell-Mann propuso en 1952 la existencia de
una nueva característica fundamental del mundo subatómico, que
DE LOS ÁTOMOS A LOS OUARKS 131