Page 48 - 05 Feynman
P. 48
reciente de la física: diecisiete de los veintinueve asistentes al con-
greso (se acudía exclusivamente por invitación) eran o serían pre-
mio Nobel. El título no reflejaba la verdadera intención de esta
reunión: dirimir el camino al que llevaba la teoría cuántica. Y, como
apostillaría Bohr, «para ver cuál era su reacción [de Einstein] a los
últimos avances realizados». Fue aquí donde Einstein, a quien le
repelía la naturaleza probabilística del mundo, dijo su famosa frase
«Dios no juega a los dados». Bohr le replicó: «Deja de decirle a
Dios lo que tiene que hacer».
«Ni siquiera la propia naturaleza sabe qué camino
va a seguir el electrón.»
- RICHARD FEYNMAN.
A esta mítica reunión acudió un joven físico británico de vein-
ticinco años, Paul Adrien Maurice Dirac. Las largas discusiones
filosóficas sobre cómo interpretar la teoría cuántica le habían de-
jado totalmente frío. Y conseguirlo era bien difícil, pues Dirac era
el arquetipo del académico inglés silencioso e introvertido. Extre-
madamente callado y taciturno (sus amigos acuñaron el dirac
como la unidad mínima de palabras que se pueden decir en una
conversación), trabajaba en solitario todos los días de la semana,
excepto el domingo que salía a pasear ... solo. En 1926 había uni-
ficado en una misma formulación la mecánica ondulatoria de
Schrodinger con la matricial de Heisenberg, pero él sentía que
debía hacer algo original. Fascinado como estaba por la relativi-
dad einsteniana, decidió que su siguiente objetivo era obtener una
formulación relativista para la mecánica cuántica. Lo había inten-
tado, y fracasado, los dos años anteriores. En el Congreso Solvay
le comentó sus intenciones a Bohr y este le contestó que Klein ya
lo había resuelto. Dirac sabía que no era así pero no se lo pudo
explicar, pues la siguiente conferencia que iban a escuchar aca-
baba de empezar.
La conversación con Bohr le convenció de lo urgente que era
encontrar una ecuación válida. Dirac era primero matemático y
luego f"ISico, así que se enfrentó a la situación como si tuviera que
48 DE PRINCETON A LA BOMBA ATÓMICA